GASTON VUILLIER

DIBUJANTE Y ESCRITOR

Nacido en Perpignan, el 7 octubre 1845, Gaston Vuillier es hijo natural de una joven sirvienta, Anne Pont y de Paul Vuillier, herrero recientemente instalado , con sus tres hermanos, en el pequeño valle de la Boulzane. Pasa su infancia entre los habitantes de las aldeas de los Pirineos hasta que es pensionado para estudiar en el Liceo de Perpiñán. Conservará durante toda su vida el recuerdo de los paisajes pirenaicos, oscuros bosques, luminosas cascadas, habitados por la magia de las brujas y sus sortilegios. Son temas que traslada a sus dibujos. Después del Liceo, en 1864 se instala en Marsella, trabajando como escribiente en una notaría y sobre todo como alumno del pintor Philippe-Auguste Jeanron, director del Museo. En 1871 es destinado como soldado a Argelia, en la Prefectura de Orán. Y comienza a dibujar sus cuadernos de paisajes exóticos.

En 1875, se traslada a París y se inscribe en el estudio del pintor Lansye, un alumno de Courbet. Y decide que su futuro es ser artista. Algunos de sus paisajes provenzales son admitidos en el Salón, pero todavía no ve claro su camino como artista. En 1880 comienza a dibujar para la revista "Tour du Monde", primero basándose en las fotografías o acuarelas de distintos viajeros, luego, durante doce años, viajará solo escribiendo los textos y realizando los dibujos para las ilustraciones: de Andorra a Trípoli, pasando por las Islas Baleares, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Túnez y la región francesa del Lemosín.

En julio de 1887 parte para Andorra, un país que está a punto de salir de las sombras y abandonar las arcaicas instituciones medievales que aun pervivían.

Gastón Vuillier se trasladó a la región de Limousin en 1892, fijando allí su residencia. El pintor murió en 1915.

Generalife (óleo)                      Gitana de Granada (Gouache)   Tarde en Granada (Acuarela)             Gitanas de Granada (Acuarela)  En el pozo (Acuarela)

En uno de sus viajes a París, donde pasaba grandes temporadas por temas profesionales, conoce al pintor granadino Rafael Latorre, quien completaba su formación artistica en esa Villa y entablan una estrecha amistad. Como prueba de ella Vuillier regala a Latorre un ejemplar dedicado del libro "Carmen" de Próspero Merimée, en una edición especial de 1911, ilustrada por él.