"PATIO DE UNA CASA DEL ALBAICIN"
HACIA 1890-1900.
Dibujo a lápiz sobre papel 23,1 x 16,2 cm.
Dedicado y firmado, a lápiz: "Granada" (en el ángulo superior derecho) y "A mi amigo D. Manuel (Gómez-Moreno Martínez) /R. Latorre" (en el ángulo inferior derecho).
—"DIBUJOS ARQUITECTONICOS GRANADINOS del Legado Gómez-Moreno". Granada 2004.
"(...) La pieza, realizada a lápiz, responde al esquema abocetado
que Latorre aplica a sus ilustraciones para la revista "La Alhambra". Representa el interior de una
casa morisca del Albaicín, centrando su atención sobre el área de mayor interés de la vivienda, que
es el patio. Este muestra una estructura abierta, producto de sucesivas remodelaciones, donde se ha
mantenido el lado Norte de la edificación y distribuido su alzado a través de un triple pórtico
superpuesto. El inferior se cubre con un alfarje simple dominado por una gran viga de madera apeada
sobre canes góticos, que antecede a una estancia alargada. El segundo cuerpo se abre al patio
mediante un pie derecho central con zapata que sostiene la viguería, cerrándse el antepecho con
balaustrada de madera. El tercer piso mantiene la típica disposición de mirador orientado hacia la
Alhambra, apoyado sobre dos pies derechos con zapatas, donde el lado de Levante queda tabicado. Por
su parte, crujía oriental presenta una disposición reducida a dos alturas con vanos de acceso a las
estanciasbajas y a la escalera, con balcón en el cuerpo superior y ventanas intermedias, y alero muy
volado. Probablemente,y como resultado de una ampliación de la vivienda, el patio no queda enmarcado
a Poniente por una crujía, sino que se abre modificando el esquema tradicional de patio rectangular
de la vivienda morisca, quizás cerrado por una tapia hacia el exterior, y centrado por un estilizado
árbol que surge de un alcorque y atraviesa el centro de la composición en diagonal. El carácter nada
idealizado de la representación se ajusta al carácter popular de un ámbito de población modesta,
donde no se excluye la imagen realista y veraz de detalles como enseres domśticos, jaulas o
tendederos, los cuales, lejos de de una apreciación pintoresquista, introducen valores de
arqueologismo antropológico. En este sentido, y prueba de su intencionalidad testimonial, Latorre
excluye la incorporación de personajes populares -a diferencia de otros de sus dibujos de casas
albaicineras-, pero cuya presencia se intuye claramente. El carácter inédito del dibujo, procedente
del legado Gómez-Moreno, debe vincularse claramente a este ambiente de recuperación patrimonial y
divulgación del legado arquitectónico y urbano de la ciudad de Granada, iniciado a finales del siglo
XIX, donde la obra de Latorre marcaría el compromiso de toda una generación de artistas que
testimonian con sus obras su admiración y respeto por la memoria de un tiempo a punto de desaparecer."