PINTOR


NOTAS BIBLIOGRAFICAS



—"EL POPULAR". 8 de octubre de 1890.

En el Centro Artístico

"Estando en proyecto algunas modificaciones en el local que ocupa esta sociedad, y siendo una de ellas dividir el salón grande cuyos balcones dan a la carrera del Genil, con un artístico viombo (biombo), se han prestado gustosos los artistas que después mencionamos, a tomar parte en la obra, pintando al óleo los cinco paños en que este se ha de dividir. En cada uno de ellos se colocará una figura alegórica, en representación de los pueblos cartaginés, romano, godo, árabe y visigodo que dominaron nuestra penńnsula, habiendo correspondido en suerte representar en el lienzo cada una de estas épocas, a los distinguidos pintores D. Manuel Morales, Sr. Muñoz Vega, D. Isidoro Marín, D. Rafael Latorre y don Ernesto Gutiérrez respectivamente.

Mucho nos prometemos de estos aventajados pintores, y es seguro que en conjunto, resultará una preciosa obra de arte."

—"BOLETIN DEL CENTRO ARTISTICO DE GRANADA". 31 de octubre de 1890.

"Se está pintando al óleo un biombo para colocarlo en el salón principal, y en esa obra tomarán parte los distinguidos socios D. Isidoro Marín, D. J. Ruiz de Almodóvar, D. Rafael Latorre, D. Manuel Ruiz Morales, D. Enrique Muñoz y D. Ernesto Gutiérrez. Las pinturas serán figuras alegóricas que representen las épocas Cartaginesa, Romana, Goda, Árabe y de la Reconquista. La obra estará pronto terminada y cuando así sea, nos ocuparemos de ella con el de tenimiento que seguramente ha de reclamar su importancia."

—"EL POPULAR". 7 de mayo de 1891.

Los programas de las fiestas

"Hemos tenido el gusto de ver la cabeza de los programas grandes, que se están grabando en los talleres litográficos de D. Josés Gómez, y desde luego aseguramos que agradará sobremanera al público. Es una composición muy caprichosa y de bastante gusto, representando una medalla antigua con los bustos de los Reyes católicos, un trozo de balaustrada gótica, copiada al parecer de la Capilla Real, y otros atributos."

—"EL POPULAR". 12 de mayo de 1891.

Los programas

"Muy pronto estará terminada la impresión y empezarán a repartirse los programas anunciadres de las fiestas. La impresión está hecha en la casa de Sabatel, y este es su mejor elogio, y respecto de los dibujos que han de adornar aquellos, están hechos por el inspirado y joven artista D. Rafael Latorre, cuya justa reputación va siendo ya muy conocida en Granada."

—"EL POPULAR". 20 de mayo de 1891.

Los programas y carteles anunciadores de las fiestas

"Hace algunos dias que han empezado a repartirse los programas y carteles anunciadores de las próximas fiestas del Corps.

Los programas ostentan lindísimos fotograbados del joven y reputado dibujante D. Rafael Latorre el cual ha derrochado en ellos todos los primores de que se halla revestida su rica fantasía de artista. (...)"

—"EL POPULAR". 4 de junio de 1891.

La Exposición del centro Artístico

(...) Latorre exhibe tan solo dos tablas pequeñas pintadas con esa gracia y frescura de color con que él sabe hacerlo. Es lástima que no se dedique a trabajos de mas estudio y empeño

—"EL POPULAR". 8 de junio de 1892.

Copia notable

"Hemos tenido ocasión de ver la preciosa copia de un cuadro que representa a la Purísima Concepción, que pintó para el Colegio de Abogados de esta Audiencia el distinguido artista D. Manuel Gómez Moreno, hecha por el joven y aventajado pintor granadino D. Rafael Latorre.

En esta obra revela nuestro querido amigo Sr. Latorre sus especiales aptitudes para el ate que cultiva con tanto éxito, notándose en este trabajo la misma delicadeza y suavidad en los tonos que se notan en el original, condición indispensable a toda buena copia.

Este cuadro ha sido pintado por encargo de la Excma. Sra. Dª. Angela Losada, Condesa de Gabia que, como todos sabemos tanta protección prestó a las bellas artes granadinas."

—"EL POPULAR". 6 de mayo de 1893.

Los anuncios de las fiestas

"Según nuestras noticias, ya se están confeccionando los programas pequeños anunciadores de las fiestas del Corpus. Llevan gran número de preciosas ilustraciones hechas por el conocido dibujante granadino Sr. Latorre.(...)"

—"EL POPULAR". 12 de mayo de 1893.

Un buen cuadro

"En los escaparates del comercio "La Esperanza" situado en el Zacatín, se exhibe un hermoso cuadro del laureado pintor granadino don Rafael Latorre.

La composición es buena y la entonación delicada, demostrando los progresos que en el arte pictórico va haciendo de dia este joven artista

El óleo tiene una riquísima moldura dorada, que realza su mérito".

—"EL POPULAR". 26 de enero de 1894.

Una obra de arte

"El estudioso pintor granadino señor Latorre está terminando un trabajo en extremo notabilísimo de mucha novedad y de excelente efecto, consistente en la pintura de un rico "portier" de peluche, encargo de una distinguida dama de la alta sociedad granadina

Las variadas flores que constituyen el dibujo, colocadas con mucho acierto y arte, efrecen un notable aspecto por la variedad de matices que se destacan en el precioso fondo.

Es un género de pintura muy nuevo, y no dudamos que la siciedad elegante hará muchos encargos de este género, tan pronto como lo conozcan

Felicitamos por el éxito al notable artista".

—"EL POPULAR". 17 de abril de 1894.

Una obra de arte

"Después de haberlos exhibido en los escaparates de La Esperanza y de La Villa de París, donde justamente han llamado la atenci6oacute;n de los inteligentes, se han colocado en los elegantes salones de la señora Condesa de Gabia los magníficos tapices de "pelouche" con flores y escudos nobiliarios pintados por el joven y distinguido artista don Rafael Latorre.

Esta obra de arte, que produce artístico y rico aspecto, honra al estudioso pintor."

—"LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA". Madrid 7 de junio de 1894.

LA TOMBOLA DEL CIRCULO DE BELLAS ARTES

"(...) Doscientas obras ofrecidas por los artistas más eminentes de España forman el donativo que ha de encabezar la suscripción del monumento a Velazquez. (...)

(...) hay marinas de (...) Latorre, (...)

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 7 de julio de 1894.

En el Centro Artístico

"En la exposición que como dijimos celebra esta Sociedad todos los meses, hemos visto varios cuadros de inmejorable color debido a los señores Gerona, Ernesto Gutierrez, Latorre, Muñoz martínez, valle y otros que sentimos no poder recordar. En todos ellos se nota un gran adelanto en el colorido."

—"EL POPULAR". 14 de julio de 1894.

Cuadros

"Nuestro paisano y amigo el joven y estudioso pintor D. Rafael Latorre, ha vendido en Madrid los tres cuadros que envió a la exposición del Círculo de bellas Artes de Madrid."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 10 de agosto de 1894.

"El inspirado pintor granadino D. Rafael Latorre se encuentra en Málaga.

—"EL POPULAR".5 de septiembre de 1894.

"Artistas

"Entre los cuadros que mas han llamado la atención en la exposición de Bellas Artes de Málaga, figuran los de nuestro querido amigo don Rafael Latorre, "Las lavanderas", y dos paisajes de Granada. Todos los ha vendido en aquella ciudad, recibiendo encargo de otros, en los que se ocupa actualmente. Nuestra enhorabuena al aventajado artista, a quien estois triunfos animarán en su carrera."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 10 de septiembre de 1894.

"El aventajado artista granadino D. Rafael Latorre ha vendido en la Exposición de Bellas Artes de Málaga el cuadro que expuso en el centro Artístico "Las lavanderas" y dos paisajes más de Granada. Nuestra enhorabuena al Sr. Latorre, aunque lamentamos que la mayoría de nlos artistas granadinos tengan que acudir a las exposiciones, que se celebran fuera de Granada para que se les haga justicia, y se le paguen sus obras".

—"EL POPULAR". 14 de mayo de 1895.

Las fiestas del Corpus

"(...)Los programas serán también primorosos. El joven y discretísimo pintor Rafael Latorre, ha hecho unas ilustraciones preciosas.(...)"

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 28 de enero de 1896.

"Salón de EL DEFENSOR"

"A las diez y media de la mañana de ayer tuvimos el gusto y el honor de recibir en nuestro Salón de Bellas Artes la visita del Sr. Ministro de Gracia y justicia a quien acompañaban (...) los pintores (...) D. Rafael Latorre, (...). El señor Ministro estuvo conversando largo rato con los concurrentes, examinando con placer y atención las hermosas obras pictóricas expuestas por los artistas granadinos en el Salón de este periódico (...) Mostrose muy complacido del brillante estado de la pintura en Granada, cuyos progresos se deben de un modo muy capital, a la existencia del Centro Artístico (...)."

—"EL POPULAR". 22 de abril de 1896.

EL ARTE Y LOS ARTISTAS

Un cuadro a medio pintar y un pintor demandado

Llegó a nuestros oidos como insignificante noticia que no dimo crédito, y más adelante confirmose con insistencia comprobada en el Juzgado del Salvador, donde hemos visto, con extrañeza dias pasados la demanda de menor cuantía que la señora Condesa de Gabia ha interpuesto contra el pintor don Rafael Latorre, su protegido siempre.

Raro es en verdad el caso por tratarse de una grande de España, protectora decidida de artistas y del señor Latorre, que tantos motivos de agradecimiento debe tener para con la primera

Pero es el caso, según parece, que la Condesa encargó un cuadro al señor Latorre, representativo de la "Conversión de la Magdalena", cuadro que fue ajustado en mil quinientas pesetas, de las cuales tomó a cuenta el artista quinientas; sin que a pesar de todo esto y del largo tiempo de la encomienda haya sido entregado el cuadro ni devuelto el dinero.

Proceder es éste que extrañamos en el señor Latorre, a no ser por haberse negado la Condesa a ciertas exigencias injustificadas de aquel y haberse resquemado el artista por ello.

Por otra parte, según nos refieren, otros pintores han expuesto su juicio crítico acerca del cuadro, al que niegan todo valor artístico y acusan de desdibujo, poca expresión en las figuras, nada de valentía en los perfiles, amaneramiento y falta de detalles, con una tonalidad de colores falsa.

Cosas que ha ser ciertas, según parece, constituyen el cuadro en un verdadero mamarracho.

Pero no es eso todo, pues a más abundamiento, uno de los personajes que en el lienzo aparece inclinado tiene el techo puesto encima de la cabeza, defecto que además de serlo hace que la imagiación del observador al levantar aquel cuerpo debía desaparecer la mitad rompiendo el techo. Las figuras resaltan aglomeradas por ser el lienzo pequeño dado el número de ellas y su tamaño, y en último término existe de gran anacronismo en los trajes, pues Jesús y los apóstoles los han disfrazado con capotes de soldado de caballería vuelto del revés el primero, y cubiertos de harapos los segundos, a causa de haber servido de modelo los pobres de Granada.

Como es natural la señora Condesa de Gabia negose a entregarse en la obra por ser indigna de su pinacoteca, a no ser que el artista la pintase de nuevo o corrigiese los defectos mas salientes. En vista de que ha sido imposible todo arreglo entre el pintor y la Condesa, ha sido la causa porque ha interpuesto ésta la demanda contra el primero de que tenemos hecha referencia. Nosotros, sin meternos en nada y solo a ruegos de amigos bien informados, hacemos constar lo antedicho, sintiendo el disgusto que existe entre ambos. J.G.P.

—"EL POPULAR". 24 de abril de 1896.

"Sorprendida la buena fe que la Empresa y Dirección periodística de EL POPULAR tiene depositada en sus redactores, apareció en el número del dia 22 pasado, un artículo titulado "El Arte y los Artistas", firmado con las iniciales J.G.P.

Es completamente ajeno dicho artículo a las ideas y modo de proceder de esta redacción, y por tanto lo desautorizamos completamente devolviendo al ultrajado pintor señor Latorre toda la fama y su justo nombre. Condenamos la conducta del que tal hizo y aclaramos como caballeros honrados que esta redacción jamás recibió pecuniario alguno por concepto de publicaciones "bochornosas".

Han quedado tomadas nuestras medidas para que de hoy más resulte la Redacción de este periódico a la altura de honradez y probidad de toda buena publicación

Ha dejado de pertenecer a esta Redacción don Juan González Paez."

—"EL POPULAR". 25 de abril de 1896.

"Después de cerrada la edición de nuestro número de ayer, se puso en claro en esta Redacción que nuestro redactor don Juan Aparicio Peral fue el autor e instigador de un artículo publicado en EL POPULAR el dia 22 del mes presente, que se tituló "El arte y los artistas".

Condenamos en el número de ayer la conducta del referido autor, tomando además las oportunas medidas para que no vuelvan a repetirse hechos tan escandalosos cono el señalado. Resultó de nuestras aclaraciones de última hora, que don Juan Aparicio Peral había recibido por conducto de un tercero la cantidad de 25 pesetas que una señora aristocrática había dado por concepto de publicación. Convencidos de ello por la declaraciones hechas por el referido señor, y en vista de coincidir estas con los comunicados que publican nuestros apreciables colegas " El Defesor" y "La Publicidad", nos vemos en la necesidad de poner a salvo la honra y caballerosidad de esta Redacción con el completo consentimiento de nuestro Director. Para hacer esto y para que no pueda confundirse nunca los que bien obran y los que merecen acerbos califivativos, podemos dar la grata noticia de haber salido de nuestra Redacción don Juan Aparicio Peral. Conste asi para bien de la verdad y para que siempre pueda decirse que la Redacción de EL POPULAR es tan digna y tan honrada como la que mas lo sea. Para que nuestrois lectores conozcan los comunicados a que nos referimos y que hemos leido esta mañana en la prensa diaria, copiamos a continuación uno de ellos, pues son iguales los dos insertos:

Sr. Director de "EL Defensor": Muy Sr. mio: Con el objeto de aclarar ciertos conceptos que erróneamente se me atañen, escribo las presentes líneas para aclaración de estos.

Hablando un dia con don Juan Aparicio de los detalles que tenía "particularmente" acerca del artículo que se publicó el dia 22 de abril en EL POPULAR, y diciéndome éste que era un asunto que podía proporcionarle unas "pesetas" instigome a que le hablase a la Sra. Condesa de Gabia para arreglar el asunto, y una vez publicado el artículo recibí la cantidad con que se le retribuye su servicio y que yo le entregué religiosamente. Y como dicho señor, a más de haber sorprendido la buena fe de la Redacción y del Director Propietario D. Carlos Luis de Funes, por estar este señor de luto y no asistir a la Redacción, me designara y firmara que era el autor de ello, escribo este comunicado para aclarar estos hechos que se me imputan. Juan González Paez

—"EL POPULAR". 2 de mayo de 1896.

"Juicio de conciliación"

"El notable pintor Rafael Latorre ha demandado a juicio de conciliación a la señora Condesa de Gabia, a don Juan González Paez y a don Juan Aparicio Peral. El juicio se verificará el lunes en el juzgado del Campillo.

—"EL POPULAR". 20 de junio de 1896.

"Cuadros"

"Han sido adquiridos a muy buen precio los hermosos cuadros que el joven artista Rafael Latorre tenía presentados en la exposición del Centro."

—"LA UNION MERCANTIL" de Málaga. 20 de octubre de 1896.

Pag.4:" El distinguido y notable pintor granadino don Rafael Latorre que se encuentra accidentalmente entre nosotros, ha terminado dos magníficos retratos al óleo de la elegante esposa y bellísima sobrina del ingeniero gefe de esta provincia.

En breve marchará dicho artista a Granada con objeto de terminar un notable cuadro titulado "La conversión de la Magdalena", adquirido por la Excma. Sra. Condesa de Gavia."

—"LA UNION MERCANTIL" de Málaga. 26 de octubre de 1896.

Pag.4: "Dentro de pocos dias regresará a Granada nuestro distinguido amigo el notabilísimo y renombrado pintor granadino D. Rafael Latorre."

—"EL POPULAR". 27 de octubre de 1896.

"Latorre"

"El conocido pintor Rafael Latorre está consiguiendo legítimos triunfos en Málaga, según vemos en los periódicos de aquella ciudad. Ultimamente ha recibido el encargo de pintar un cuadro de gran tamaño con destino a un oratorio de un distiguido banquero de Málaga."

—"LA UNION MERCANTIL" de Málaga. 28 de octubre de 1896.

Pag.4: "Una distinguida persona de esta localidad ha adquirido un magnífico cuadro debido al pincel del genial y afamado pintor granadino D. Rafael Latorre."

—"LA UNION MERCANTIL" de Málaga. 28 de octubre de 1896.

NUESTROS ARTISTAS: Rafael Latorre

Sí, bien podemos llamar "nuestro" al joven pintor granadino. Su educación artística, aparte de los esfuerzos de la propia voluntad que en Latorre son inmensos, obra es de la escuela malagueña y señaladamente de los jóvenes maestros de la misma de Enrique Simonet y Pepe Nogales Aliá, en la vieja ciudad de la Alhambra, puede decirse que Rafael Latorre apenas tuvo maestros; porque no debe llamarse maestro de artistas quien solo les muestra la parte manual del arte, y esta enseñanza única debió Latorre al ya difunto D. Eduardo García, apreciable pintor granadino.

Fue con ocasión de un certamen artístico, patrocinado por la culta sociedad "El Liceo de Málaga" cuando salió Latorre de la oscura lucha que sostenía en su ciudad natal con la falta de maestros de un lado y de otro con la no sobra de recursos y la decidida oposición de su familia a que cultivara el difícil arte de Apeles. Vino nuestro artista a Málaga para recoger los lauros de su triunfo en el Certamen del Liceo y aqui estableció relaciones de amistad y compañerismo con muchos pintores célebres de la numerosa escuela malagueña y especialmente, como ya he dicho, con el joven maestro Simonet.

Este y el que era entonces gobernador de la provincia, el Sr. Cánovas y Vallejo, tan amante del arte, animaros a Latorre como él se merecía y como la gran experiencia y el buen deseo de ellos aconsejaban. Pero nuestro artista es hombre de una modestia rayana en apocamiento, y a pesar de su gran vocación por la pintura ni aquellos aplausos ni estos consejos decidiéronle a emprender la gran labor del cuadro de empeño con que todos los artistas españoles prueban sus talentos en las Exposiciones que, cada bienio, se verifican en Madrid. Es un caso singular, este, aquí, donde cualquier "pinta-monas" concurren a tales certámenes, si le dejan que concurra...

Puede decirse que la única obra de importancia, por sus dimensiones y por su asunto, que ha llevado a cabo Rafael Latorre es una que, por cierto, tiene muy curiosa historia. Se trata de un cuadro, cuyo asunto "El arrepentimiento de María Magdalena" le había señalado previamente una linajuda dama de la aristocrecia de Andalucía. La cual, cuando su encargo estuvo cumplido, lo pensó "mejor" y se negó a admitir el cuadro porque, según dijo hasta en comunicados a la prensa, le parecía detestable. No hay duda que para Latorre el trance era duro y la ocasión decisiva; pero bien pronto tuvo a su lado a unos excelentes aficionados al arte pictórico, a dos grandes autoridades críticas, los señores D. Leopoldo Eguilaz y D. José España y Lledó, catedráticos los dos de la Universidad de Granada, sabio orientalista y literato muy erudito el primero, y abogado notabilísimo y político de nota el segundo. Propicios ambos a favorecer a Latorre, el señor Eguilaz, cuya casa es un museo, puso a su disposición uno de los salones bajos de aquella para que, expuesto alli el cuadro, apreciaran el público y la prensa cuan grande había sido el error de la dama. Al mismo tiempo el señor España y Lledó emplazaba ante los tribunales a la aristócrata, logrando para Latorre el disputado precio de la obra y la obra misma por añadidura... Y a la postre, quedó el hermoso lienzo de "El arrepentimiento de la Magdalena" en el palacio de Eguilaz, donde preside una de las magníficas estancias del mismo, siendo muy solicitado por varios compradores, entre ellos los P.P. Jesuitas, que lo quieren para su nueva casa de Granada.

Pero vengamos al presente de Rafael Latorre, que ya hemos hablado bastante de su pasado, y de su porvenir no hay para que hablar. Está asegurado. Y he aquí que para decir algo del presente de nuestro artista hemos de ocuparnos por singular combinación de los sucesos, de un ingeniero, del ingeniero-jefe de esta provincia D. José de Torres Campurió. ¡Arte e Ingeniería!... Mérito nada vulgar el de quien a su gran competencia en la segunda, una afición, tal, tanto entusismo por el arte, como supone la protección decidida que el Sr. Torres Campurió dispensa a Latorre. En la carrera arística de éste el nombre de nuestro Ingeniero-Jefe señala el comienzo del camino ancho y desembarazado de la misma.

Varios han sido los cuadros que, en distinta época dedicó Latorre al Sr. Torres Campurrió para el ornato de sus casas de Granada y de Málaga y el de la villa que aqui tiene también dicho señor en la playa de "la farola". No puedo hablar de todos estos lienzos; mas no he de dejar de apuntar algo de los que ultimamente han sido pintados para aquel Mecenas por Latorre.

En primer término, y aunque no fuera este el orden en que tuve ocasión de verlos, hablaré del trabajo de Latorre intitulado " Paisaje del Albaicín". Hay en esta vista de las cercanias del famoso barrio moro, por la cuesta del "Chapiz", tal contraste de colores, tal derroche de luz, tan acabada muestra del natural, estudio tan exasto del colorido, que aunque Latorre se enfade, que de seguro se enfadará, he de decir que constituye un paisaje prodigioso que Muñoz Degrain no se desdeñaría en firmar. No se desdeñaría en firmar... si el joven artista borrara del lienzo "aquellas cabritas" que se ven "demasiado" en el fondo del barranco, tan portentosamente pintado...

Otro trabajo mas brillante, mas seductor a primera vista, trae Latorre ahora entre manos: dos parejas de elegantísimos lienzos "alargados" con primorosos estudios de flores. Uno de estos estudios, que es una planta de malvas rosas, primorosamente ejecutada, tiene un fondo de vagas y muy tenues tintas que recuerda la vega de Granada. En otro de rosas, ha recordado también el pincel del artista, esfumada en el fondo, la histórica Torre de Comares. Y por último, en los dos restantes estudios, con artheas y pacíficos dobles uno y otro con más rosas, vense igualmente semi perdidas en el fondo algunas siluetas de índole muy distinta a la del objeto principal de los preciosos y caprichosos cuadritos.

Pero no contento el señor Torres Campurió con haber adquirido a Rafael Latorre estos y otros lienzos, le ha señalado recientemente una pensión para que, por su cuenta, termine sus estudios y emprenda determinados trabajos en la ciudad del Coliseo, patria del arte. No es mucho lo que a Latorre falta para llegar a ser un pintor famoso; pero, con el cariño que al amigo profeso, no quiero dejar de hacerlo, en vísperas de su gran viaje, una recomendación que puede compendiarse en esta frase vulgar: ¡A Roma por "todo"!...DIEGO BORRAJO.

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 7 de noviembre de 1896.

"Obsequio artístico"

"Según anunciamos hace tiempo varios pintores

(quince) (...) se han encargado graciosamente de decorar la iglesia-escuela de la Colonia del Ave María, que en el camino del Sacro Monte fundó y sostiene el venerable canónigo y catedrático D. Andrés Manjón (...).

Los asuntos elegidos para los cuadros son todos alusivos a los misterios del rosario (A cada uno de los quince pintores se le ha designado un tema) (...) 8, "Ecce Homo" por D. Rafael Latorre (...)

Todos los cuadros serán al óleo y originales; su tamaño de un metro por sesenta centímetros, (...) apaisados los números (...) 8 (...)".

—"EL POPULAR". 2 de diciembre de 1896.

"JESUS Y LA MAGDALENA"

"Asi intitula Rafael Latorre el hermoso cuadro que ha terminado y que estos dias se exhibe en la casa del ilustre catedrático don Leopoldo Eguilaz Yanguas, sin que esto quiera significar que tratamos de enmendar la plana al joven y estudioso pintor, hubiéramos visto con gusto que dejando a un lado preocupaciones hijas de su excesiva modestia diera al cuadro título más adecuado, que el de "Jesús y la Magdalena"", que expresara más y estuviese más en harmonía con el gran pensamiento interpretado en dicha obra pictórica.

En Jesús, que sentado a la izquierda del espectador, bendice a la arrepentida, se ve por su actitud tranquila, en su rostro seráfico, al traves de sus pupilas, un alma que en aquellos momentos goza los infinitos y celestiales placeres de la redención de una criatura, que todos creen la más desgraciada y vil de aquellas tierras y edades y que demuestra por su humilde continente, por las lágrimas de dolor inmenso que brotan de sus ojos y por la emoción que se adivina bajo de su piel alabastrina, que aquella humillación y aquel arrepentimiento no son efectos de un momento de ofuscación, sino hijos legítimos de un gran espíritu aberrado, que conoce a tiempo la enormidad de sus faltas, siente de ellas la pena sin par que movió al Dios de las misericordias a borrarlas por mano de su Divino Hijo y se propone, con todas las fuerzas de su alma, santificada desde aquel momento, espiar duramente sus pecados con las más severas penitencias.

Y a Simón de Juan, sentado en primer término, no le asombra el arrepentimiento de María Magdalena, ni la conmiseración de Jesús; bien sabe él que los grandes yerros son patrimonio de las grandes almas y que estas han de manifestar su grandeza lo mismo que en el vicio, en la virtud. Y conoce a su maestro; está penetrado de su origen divino, de su ilimitada potestad en la tierra y de la inmensidad de su misericordia. Por eso a Pedro no extraña este conmovedor e inesperado expectáculo; le contempla con la tranquila alegría del que ve sus prematuros juicios confirmados por los hechos.

No así otros de los discípulos que se agolpan en torno de la mesa en que cenaron; se llaman la atención con la mirada, pues si hablaren dejarían de oir las palabras de consuelo que el Redentor dirige a la pecadora, y perderín detalles de la escena que contemplan absortos y asombrados, de cuyo mutismo interés y asombro se participa al admirar en el cuadro el asunto con tanto acierto representado.

Esto es lo que dice el lienzo, y lo dice muy bien; porque pasando del fondo del asunto a la forma en que está desarrollado, no se sabe donde fijar la atención si en la justeza del dibujo o en la brillante entonación y luz del cuadro. Descuella sobre todas, a nuestro juicio, la figura de Cristo; simpática, de entonación vigorosa y fresca y cuya cabeza está tocada de modo magistral. No es menor el mérito de la venerable testa de San Pedro, que se sale del cuadro. En fin, todas las figuras, analizadas una por una, son irreprochables de líneas y color. Por lo que al conjunto respecta, Latorre ha superado las dificultades que ofrece la composición para que resulte armónica y artística; dificultades mayores aun en cuadros, en que como éste, todos sus elementos son de tamaño natural. Estudiando en buenas fuentes, ha conseguido que en indumentaria, que hoy es de tanta importancia como fue desdeñada en tiempos pasados, no falte un detalle en el mobiliario, enseres y vestidos.

Rafael Latorre es un artista de corazón y lo demuestra con esta obra que ha estudiado con verdadero entusismo siéndole preciso, solo para terminar debidamente su carrera, marchar a tierras en que mayor se aprecie el arte y se premien los frutos que esperamos ha de dar su privilegiada imaginación y su vigoroso pincel."

—"EL POPULAR". 18 de enero de 1897.

"NOTAS DE ARTE"

"Rafael Latorre

"Muy pronto partirá a la Corte el joven y distinguido artista Sr. Latorre para continuar allí sus trabajos y estudios que ya le han conquistado renombre apreciable en los centros de arte de Madrid y Barcelona

Sus dibujos a plumas, sus acuarelas, sus apuntes de los típicos y primorosos rincones de Granada, sus cuadritos de género, han ido, poco a poco, abriéndose paso en los mercados de fuera de Granada, y a pesar de la juventud y modestia del artista, alcanzando crédito y buenos precios.

Con noble ambición, Latorre propúsose acometer una obra de proporciones, y prefiriendo el arte religioso al histórico, estudió ese cuadro que ha estado expuesto varios dias en la hermosa y artística mansión del sabio catedrático y eminente arqueólogo D. Leopoldo Eguilaz, cariñoso amigo y protector del joven artista.

La sublime escena es que María Magdalena arrojó sus joyas y preseas y se postró a los pies de Jesús pidiendo perdón de sus pecados y ofreciendo borrar sus delirios con su vida consagrada al arrepentimiento, es el asunto desarrollado por Latorre en ese cuadro.

La figura de Jesús es hermosa, y tiene rasgos que la acercan a la divinidad. La de Magdalena es muy interesante y delicada y en su bello rostro se retrata todo un poema de amor ideal, de santa esperanza. Entre los apóstoles que presencian la escena hay notables figuras. El grupo formado a la izquierda de Jesús y la pecadora es magnífico, digno de un buen artista. Las dos figuras más descuidadas son las que ocupan el frente de la mesa. El color, en general, es justo y vigoroso; el dibujo correcto; la fastura atrevida y valiente. Claro es que ese cuadro, como obra humana y de joven que comienza con ella sus trabajos de cierta importancia en un género tan difícil como el religioso- -muy abandonado por los pintores de nuestra época, pues las iglesias y los conventos no son ya, como en otras épocas, refugio de artistas y tesoro de obras de arte, porque la estrechez ha sucedido a la abundancia de que gozaron,- no es un cuadro perfecto en toda la extensión de la palabra, pero no habrá muchos artistas contemporáneos que puedan mostrar como ensayo de sus facultades para el gran arte, un cuadro de los méritos que ese atesora.

Están muy bien comprendidos la época y el lugar, la indumentaria -a pesar de las grandes dificultades que esta ofrece a un artista novel y que no es rico- , y el carácter distintivo y severo de la pintura religiosa.

La Magdalena de Latorre es mujer, pero algo misterioso que revela el genio del artista, hace pensar, aun al que ignora que es lo que ella y los demás personajes del cuadro representan, que es el alma que animó aquel semblante sufrió una transformación radical, y que ese momento es el que se ha interpretado en aquel rostro delicado e ideal.

No abandone el joven artista la pintura religiosa; estudie nuestros clásicos que expresión mística y en saber unir la santidad a lo real y humano, no tuvieron rivales, y no decaiga su entusiasmo, recordando los grandes éxitos que en el extranjero consignó un joven ruso-germano, Scheneider, que es hoy una verdadera revelación con sus cuadros místicos y simbólicos en que desarrolla la vida de Jesús."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 26 de octubre de 1897.

"Desde Madrid"

"Periódicos de Málaga recibidos en ésta, nos dan noticias de los importantes trabajos que en dicha ciudad está ejecutando el inspirado pintor granadino D. Rafael Latorre

Al pie de una interesante biografía de nuestro paisano, que publica uno de aquellos, leemos que un personaje de dicha ciudad, el Sr. Torres Capurió ha señalado una pensión al joven pintor para que marche a Roma a completar sus estudios No hay que decir lo mucho que, como granadinos, nos congratula que se aprecie y se estime el mérito de nuestros paisanos."

—"EL POPULAR". 25 de noviembre de 1897.

"GLORIAS DEL ARTE"

"Rafael Latorre

"Desde hace algún tiempo acaricio la idea de ocuparme del notable e inspirado artista señor Latorre; pero mis deseos se han visto adormecidos por encontrarme alejado de Granada. Hoy, repasando la prensa malagueña de hace dias, tropiezo en "La Unión Mercantil" con un perfecto juicio crítico de Latorre, debido a la inteligente pluma del señor Borrajo, y esto, unido a haber tenido el gusto de saludarlo después de su reciente llegada de Málaga, me obliga a satisfacer mis deseos, cantando la grandeza de su genio.

Que Latorre es un verdadero artista, lo demuestra la origialidad de sus cuadros, su buen gusto, su hermoso colorido, y sobre todo, la vida que sabe dar a lo que reproduce. Que tiene alcanzado justo renombre, lo acusa elocuentemente el verdadero afán con que sus creaciones se disputan; el precio que en todos tiempos alcanzan; el homenaje que constantemente le rinden los mas afamados críticos; y la protección decidida que le prestan los admiradores del arte. Los genios de la pintura se extasían ante sus producciones; los maestros envidian sus cualidades, y los profanos encuentran en las obras de Latorre un algo que no se explican por su falta de competencia, pero que les fascina y les seducen.

Su fama se ha elevado a la apoteosis con sus últimas concepciones. La autoridad del Sr. Borrajo dice en un párrafo del artículo mencionado y que copiamos literalmente:

"En primer término y aunque no fuera este el orden en que tuve ocasión de verlos, hablaré del trabajo de Latorre, intitulado "Paisaje del Albaicín". Hay en esta vista de las cercanías del famoso barrio moro, por la cuesta del Chapiz, tal contraste de colores, tal derroche de luz, tan acabada muestra del natural, estudio tan exasto del colorido, que aunque Latorre se enfade, que de seguro se enfadará, he de decir que constituye un paisaje prodigioso que Muñoz Degrain no se desdeñaría en firmar."

Poco mas abajo dice: " Otro trabajo mas brillante, mas seductor a primera vista, trae Latorre entre manos: dos parejas de elegantísimos lienzos "alargados" con primorosos estudios de flores. Uno de estos estudios que es una planta de malvarrosas primorosamente ejecutada, tiene un fondo de vagas y muy tenues tintas que recuerda la vega de Granada. En otro de rosas, ha recordado también el pincel del artista, esfumada en el fondo, la histórica Torre de Comares. Y por último, en los dos restantes estudios, con artheas y pacíficos dobles, uno y otro con más rosas, vense igualmente semiperdidas en el fondo algunas siluetas de índole muy distinta a la del objeto principal de los preciosos y caprichosos cuadritos."

Sí; los que hayan visto aquella nueva creación y estos recientes estudios, no pueden dejar de reconocer la exastitud del juicio, no pueden por menos de elevarse en alas del genio y confesar al artista. El Centro Artístico y el Liceo de Málaga lo han colmado de laureles; sus cuadros han detenido a la multitud invasora de los salones de los certámenes, aplaudiendo su talento, y por doquiera se han visto sus obras, se le ha rendido justo tributo de admiración.

"Que salpica", "Garci Pérez de Vargas", "Coloquio amoroso", "La madeja se enreda", "El arrepentimiento de la Magdalena", sus flores llenas de frescura y que ante ellas parece respirarse su perfume, y tantas y tantas obras, todas ellas más bien hijas de la Naturaleza que del pincel humano, son bastante para dar nombre a un artista si Latorre no lo tuviera ya en honrosa lid conquistado. Su triunfo reciente, es el decorado del comedor de los señores Marqueses de Campo Hermoso. Lo constituye un friso de flores y frutas combinadas en desorden con singular maestría, en fondo blanco, que hace una nota encantadora, y dos ovales. En uno de ellos aparece una rama de un magnolio de admirable ejecución, y en el otro una parra de otoño de tonos admirables.

Una "falta" encuentro en Latorre: "falta" que hace aun más simpática su figura, pero que lo perjudica en extremo. Me refiero a su excesiva modestia. Siempre hay que aguijonearlo a que se exhiba, y le llena de bochorno cualquier elogio que la prensa le tributa. Eche fuera de sí tanta humildad, o si no siga mi consejo: no firme nunca y quede tranquilo, que en medio de su alma, que sabe trasladar al lienzo, el maestro verá su nombre.

De lamentar es que la apatía de las corporaciones haya dado lugar a que individuos particulares, los señores Contreras Herrasti y un distinguido ingeniero jefe de Málaga señor Torres Capurió, tan entusiasta de las artes y de las letras, acaben de pensionar a Latorre para que perfeccione sus dotes, si cabe la frase, en la cuna de los grandes artistas, en la histórica Roma. Su imaginación necesita nuevas inspiraciones; sus conocimientos la dirección de los más grandes maestros del mundo, y en su busca marchará en los comienzos del año venidero a la ciudad del ensueño de todo artista. Allí como aquí, de seguro ha de alcanzar lugar preemimente entre los ciltivadores, que los grandes hombres en todas partes se imponen.

¡Gloria a los artistas españoles¡ ¡Incienso a sus protectores¡ Loor a Latorre y anatema contra los encargados de velar por los que ciertamente han de dar nombre a la patria y olvidan sus sagrados deberes."

—"BLANCO Y NEGRO". 29 de septiembre de 1912.

Pag. 17: Reproducción del cuadro

"INDICE"

"De las materias contenidas en éste tomo"

"BELLAS ARTES"

LATORRE (Rafael), "El balcón de Manolita" 1.116

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 9 de enero de 1898.

"Esta tarde a las cinco tendrá lugar en el Hotel Washintong el banquete que en honor de D. Rafael Latorre dedican sus amigos y compañeros de arte."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 10 de enero de 1898.

"El banquete de ayer"

"A las seis de la tarde de ayer tuvo lugar en el hotel Washintong el banquete con que obsequiaban al joven y distinguido pintor D. Rafael Latorre sus amigos y compañeros con motivo de la próxima salida para Roma de dicho artista.

El banquete resultó animadísimo y fue una gallarda muestra del compañerismo y buenas relaciones que existen entre la juventud artística granadina que sabe celebrar como propios los adelantos de cada uno de los que forma, dando asi un hermoso ejemplo de solidaridad y recíproca estima, digno de alabanza y estímulo.

La mesa, servida en el comedor principal del hotel estaba servida con elegancia y buen gusto, siendo dignos de mención especialísima los carnets que con la lista de la comida señalaban el puesto de cada comensal. Eran primorosas y caprichosas avcuarelas que acredita la pericia y exelentes aptitudes de los jóvees pintores y aficionados D. Enrique Marín, D. Francisco Vergara, don Francisco Zuloaga, D. Pablo Loyzaga, D. Manuel Tovar, D. Emilio Olalla, D. Antonio Gómez Gálvezy D. Carlos Godoy Godoy, autores de tan originales como notables trabajos.

Ocupó una cabecera Rafael Latorre, sentándose enfrente de él uestro querido colaborador, el distinguido literato D. Matias Méndez, y en los demás sitios de la mesa los señoresD. Manuel Tovar, D. Francisco Vera, D. Pablo Loyzaga, D. Carlos Moreau, D. José Ruiz de Almodóvar, señor Fernández Góme, D. Francisco Laguina,D. José G. Díaz Palomares, D. Salvador Prats, D. Joaquín Eguilaz, D. José Pastor, D. Manuel y D. Felipe Alba Romero, D. Enrique Marín, D. Francisco Zuloaga, D. Enrique Baena, D. Manuel Pareja, D. Tomás P. Sanabria, D. Manuel Sánchez Gómez, D Mariano Felipe, don Andrés Lumbreras, D. Carlos Godoy, D. Manuel Marques, D. Francisco Vergara, D. Nicolás María López, D. Juan B. López, D. Eduardo Vázquez Ferrer, D. Juan de Dios Castro, D. Manuel Peso, D. Antonio Gómez Gálvez, D. Joaquín Alemán, D. Diego Marín y D. Francisco Seco de Lucena.

Al final de la comida en la que reinaron el buen humor y la alegría, hubo largo rato de brindis, pues los comensales no reparaban en poner en un apuro a aquel de los concursantes a quien se les antojaba escuchar en un momento determinado.

Ofreció el banquete D. José G, Díaz Palomares que pronunció un brindis muy oportuno y entusiasta, hablando después D. Pablo Loyzaga, D. Eduardo Vázquez que recitó una composición en verso alusiva al acto, D. Enrique Marín que leyó otra poesía, D. Matias Méndez, D. Nicolás María López, D.Jodsé Ruiz Almodóvar, don Diego Marín, D. Pascual Luque, don Manuel Sánchez Gómez, y nuestro diretr D. Francisco Seco a quien obligaron los comensales a cerra los brindis. Todos los oradores fueron muy aplaudidos.

Rafael Latorre, vivamente emocionado, y con actitud modestísima dio las gracias a sus amigos y dedicó un cariñoso recuerdo a sus protectores D. Leopoldo Eguilaz, D. José Torres Capurión y D. Fernando Contreras Herrasti. Tan agradable acto concluyó a las nueve de la noche.

—"LA PUBLICIDAD". 3 de enero de 1898.

"Con motivo del próximo viaje a Roma, a donde va pensionado, el joven y distinguido pintor granadino, D. Rafael Latorre, algunos de sus más íntimos amigos le obsequiarán con un banquete de despedida, que tendrá lugar en los primeros dias del próximo mes de Enero."

—"LA PUBLICIDAD". 11 de enero de 1898.

"Un BANQUETE"

"Rafael Latorre puede estar orgulloso de sus amigos.

Nació en un grupo de éstos la idea de agasajarle de algún modo con motivo de su próximo viaje a Roma, y apenas surgió la especie del banquete, sin publicidad exajerada, sin solicitaciones más o menos oficiosas, acudieron otros amigos en número más que suficiente para que el acto realizado el domingo en el hotel Washington, fuera en extremo brillantísimo y dejara un grato recuerdo en el ánimo de cuantos a él asistieron

El notable pintor granadino pudo observar la caiñosa satisfacción cion que públicamente le despidieron sus amigos, nacida de las grandes esperanzas que en él cifran todos, como artista que, enriqueciendo su paleta con el estudio de los museos de la Ciudad Eterna, honre a Granada conquistándose un puesto preferente entre los cultivadores del arte pictórico.

Ocupada la presidencia de la mesa por el distinguido artista en cuyo honor se celebraba el banquete, sentóse frente a aquella el reputado literato Sr. Méndez Vellido, tomando asiento los demás comensales en el lugar que indicaban unos preciosos "carnet" a la acuarela, hechos "ad hoc" por artistas y aficionados tan distinguidos como los Sres. Gómez Gálvez (don Antonio), Marín (don Enrique), don Pablo loyzaga, don Francisco Vergara, don Manuel Tovar, don Emilio Olalla, don Francisco Zuloaga y don Carlos Godoy.

Asistieron además de los ya mencionados, los Sres. don francisco Leguina, don José G. Díaz Palomares, don Francisco Vera, don Carlos Moreu, don Salvador Prats, don Joaquín Eguilaz, do José Pastor, (hijo), Alba Romero (don Manuel y don Felipe), D. Enrique Baena, D. Manuel Pareja, D. Tomás P. Sanabria, D. Manuel Sánchez Gómez, D. Mariano Felipe, D. Andrés Lumbreras, D. Manuel Vázquez, D. Nicolás María López, D. Juan B. López, D. Juan de Dios Castro, D. Manuel Paso, D. Joaquín Alemán, don Diego Marín, don Rafael Fernández y representantes de los diarios locales, entre los cuales estaba nuestro compañero de redacción Sr. Vázquez.

Durante la comida reinó la mayor alegría entre todos los comensales, y al destaparse el champagne brindaron muy elocuentemente los Sres. Méndez Vellido, D. Nicolás María López, Ruiz de Almodóvar, Marín (D. Diego), D. Pascual Luque, D. Enrique Marín que leyó una bien escrita poesía, D. Enrique Baena, D. Manuel Sánchez Gómez y otros que no recordamos.

El Sr. Palomares (hijo) y nuestro compañero D. Eduardo Vázquez Ferrer, sostuvieron el siguiente diálogo escrito en colaboración:

Vázquez: Aunque en fiesta de tal gala / mi voz no debiera alzar, / yo también voy a brindar / con la venia de la sala.

G. Palomares: Se lo que piensas hacer, / pero no, no has a engañarnos: / ¿pretendes improvisarnos / lo que ecribiste anteayer?

-Ya que no aplaudes galante, / gfuarda silencio siquiera. / Hombre, Pepe, considera / que hay mucha gente delante.

-Pues aunque el juego te quiebre, / de ningún modo consiento / que vengas en tal momento, / a darnos gato por liebre.

-Voy a brindar, dije aquí, / y, humilde, pedí licencia; / no engañé a la concurrencia...

-Gracias a que lo advertí, / ¿Otra nueva interrupción?.

-Me callaré si me obligas; / más conste que cuanto digas / no es una improvisación.

-Conste si teplace a ti. / ...Pero pido mil perdones, / pues con las interruppciones / ahora no recuerdo... Ah, sí!

-Si era cosa decidida. / Un saludo... -Se formal / Hará que me siente mal / ta opípara comida. / Saludo a la presidencia, / nuestro común buen amigo, / y...

-¿Te cortas? yo lo digo: / a toda la concurrencia.

-¡Si no te estarás callado! / Después diré brevemente / que deseo vivamente / que el viaje proyectado / sea feliz, y a ganarse / que llegue el nombre Rafael / de su tocayo, de aquel...

-Que logró inmortalizarse.

-Si no sigues distrayendo / yo mis razones aporto, / pues ni quiero ni soporto / que me estés interrumpiendo.

-Te interrumpo con razón / pues no he de interrumpir / si no sabes ni decir...

-Efectos de la emoción

-Di al amigo Rafael

-Sí, que es artista notable

-Que es su talento envidiable

-Que es sublime su pincel

-Que nos causa admiración / (y esto ni es broma ni es chanza)

-Que es muy digna de alabanza / por lo noble, su ambición, / y en fin, que...

-tanto charlar / va rayando en lo pesado.

-Pues da ya por terminado/ tu doiscurso y a brindar.

-Sí: por el arte de Apeles; / porque la ciudad romana / nos lo devuelva mañana / coronado de laureles.

-Por esta mansión de amores / donde aprendiste a pintar.

Los dos: ¿Por quien más hay que brindar...? / ¡Ah! Por ustedes señores.

Ante la cariñosa insistencia de los comensales, Rafael Latorre, dominado por la emoción, dió las gracias a sus amigos por los obsequios que le tributaban, dedicando un afectuoso recuerdo a sus protectores, D. Fernando Contreras Herrasti, D. Leopoldo Eguilaz y D. José Torres Capurión.

El joven aficionado Sr. Pastor, hizo una fotografía del grupo de asistentes al banquete.

Reciba el Sr. Latorre nuestra cordial enhorabuena, y con ella el adiós afectuoso de despedida que le enviamos desde estas columnas.

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 8 de julio de 1898.

"EL PINTOR LATORRE"

"De Roma ha regresado a la península nuestro paisano el inspirado pintor Rafael Latorre, que según nuestras noticias, ha aprovechado bien el escaso tiempo que ha permanecido en la Ciudad Eterna.

Latorre desde Madrid, donde estuvo algunos dias trabajando en varios encargos, ha marchado a Málaga, desde donde vendrá a Granada."

—"LA PUBLICIDAD". 13 de julio de 1898.

"Ha regresado a Granada, después de una provechosa estancia en Roma, nuestro distinguido paisano el notable artista don Rafael Latorre."

—"LA PUBLICIDAD". 9 de octubre de 1898.

"Anoche se reunieron en el estudio del distinguido artista don Rafael Latorre, varios jóvenes pintores de esta ciudad. Después de algunos proyectos, y en vista de los escasos recursos y ninguna protección que prestan las corporaciones para proteger el arte en Granada, decidieron establecer una clase de modelo en el estudio de dicho artista, costeando entre todos los que quieran asistir los gastos que se ocasionen de luz y modelos; esto lo harán ínterin disponen de fondos y se establecen en un local adecuado a ésta colectividad de artistas, que tanto interés muestran por trabajar.

Asistieron a la reunión los señores siguientes: D. Luis Fernández de Córdova, D. Francisco Zuloaga, D. Carlos Moreu, D. Manuel Esquitino, D. Mariano Bertuchi, D. Rafael Latorre, D. Manuel Peso, D. Manuel Tovar y D. Antonio Gómez Mir.

—"LA ALHAMBRA". 15 de septiembre de 1899.

Pag.421:"PINTORES GRANADINOS"

"Rafael Latorre"

"Es uno de nuestros jóvenes artistas más ilustrados y estudiosos. Ha viajado mucho por España y De familia sin grandes bienes de fortuna, Latorre debe cuanto es al trabajo honrado de los suyos y al de s&iacue; propio. Es hábil dibujante y tiene valiente y hermoso colorido, tanto al óleo como a la acuarela. Con la pluma hace verdaderos primores; sus dibujos, que ilustran algunos libros y periódicos, tienen esa soltura y esa gracia que sólo a los que dominan esa difícil rama del dibujo les es peculiar. El cuadro que hoy reproducimos, titúlase "Quítate del sol que te quemas" y fue premiado con diploma de segunda clase, en la última Exposición granadina. No está terminada esta obra de "hermoso fondo y descuidadas figuras", como en nuestros artículos acerca de la Exposición referida digimos, pero aún así, atrae por el brillante color, la gracia de la composició y el carácter local. El fondo es una de esas misteriosas y discutidas casas del Albaycín; las dos muchachas, vecinas del barrio del Salvador; el ambiente que en el cuadro se respira, el del morisco barrio, siempre exuberante de color y luz; de poesía y romanticismo popular... En la referida Exposición Latorre obtuvo también un primer diploma; el de las artes decorativas, por una buena imitación de tapiz."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 3 de diciembre de 1899.

"La Alhambra"

"El último número de la revista quincenal de Artes y Letras (...) publica (...) dibujo de Latorre(...)".

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 20 de enero de 1900.

"LA ALHAMBRA"

"(...) El dibujo que del poético retiro de Afá de Ribera (las tres estrellas) ha hecho Rafael Latorre publícase también en este número (...)

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 17 de septiembre de 1901.

"Un cuadro de Latorre

"Con destino a una institución religiosa de Lanjarón ha terminado un hermoso cuadro de asunto religioso el joven e inspirado pintor granadino Rafael Latorre, que en varias de las ezposiciones organizadas en nuestro Salón de la calle de Reyes Católicos ha expuesto sus lienzos a la admitración del público.

En dicho cuadro se representa la Santísima Trinidad y la Coronación de la Virgen como reina de cielos y tierra. Las dificultafes que ofrecía al artista la grandeza del asunto las ha vencido Latorre con pinceladas de maestro, con estudio perfecto de lo que se propon&iacdute;a hacer, con delicadeza y gusto en la composición de las figuras, con verdadera originalidad en su representación.

Es este el segundo cuadro del género religioso que pinta Latorre. El primero, "María Magdalena arrepentida", fue adquirido por nuestro Prelado y colocado en las habitaciones de Palacio Arzobispal. En ambos muestra su conciencia artística y su buena escuela y confirma el nombre de que, no mobtante ser joven, goza.

Digno de elogio es que la pintura religiosa, que en la patria del gran alonso Cano y Bocanegra tiene una gloriosa tradición, renazca en nuestros dias con artistas tan notables como el veterano G&oacue;mez Moreno y el joven Latorre.(...)"

—EL PAIS DE LOS SUEÑOS Páginas de Granada. Rodolfo Gil 1901.

Pag.207: (...)Concurrín a estos certámenes del mérito, con óleos Gómez Moreno, Larrocha, (...) y una representación de la juventud artística, tan lucida como Rafael Latorre, Isidoro Marín, Medina, y otros que en el Centro (Artístico) se formaron como artistas, y cuyas obras llaman hoy justamente la atención de los aficionados a todo lo bello(...)"

Pag.213:(...) Mas de todos estos, ninguno aventaja en Granada s Rafael Latorre e Isidoro Marín. Las flores, los tipos y costumbres locales, los monumentos artísticos, los paisajes: todo ello ha sido reproducido por ambos magistralmente. Asi se explica la popularidad y estima de que gozan y los éxitos que en los distintos géneros que cultivan obtienen(...). Y revélasenos Latorre como artista de cuerpo entero, lo mismo en los géneros comunes a ambos, que en los retratos, en la pintura religiosa y en los tapices, en que hasta ahora no tuvo competidores. Marín y Latorre se formaron en la atmósfera de cultura y entusiasmo que se respiraba en el Centro Artístico.

—"NOTARIA DON ANTONIO DIAZ GARRIDO" 17 julio 1903.

Testamento madre del pintor

"(...) don Rafael viene viviendo en mi casa y compañía. (...) los objetos de arte y demás cosas que se encuentran en el estudio de pintura de que es profesor mi citado hijo Rafael (...)"

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 3 de octubre de 1903.

Cuadro notable

En el nuevo escaparate instalado por el acreditado comercio "la Villa de París" en su fachada de la calle de Reyes Católicos, se exhibe hace unos dias un bello cuadro al óleo del inspirado artista granadino D. Rafael Latorre, premiado en la Exposición de Bellas Artes de Almería con una de las primeras medallas de aquel certamen regional. Representa dicha obra el coro alto de la Capilla Real de Granada, viéndose en primer término el artístico facistol con sus grandes libros de canto llano abiertos y en sus gradas sentado un seise repasando sin duda su mal aprendida lección, mientras sus compañeros, en segundo término hacia la derecha, ensayan difícil cántico dirigidos por severo maestro. Limita el lugar de la interesante escena la calada balaustrada del coro, viéndose al fondo las ojivas de las bóvedas y los remates de la gran verja del crucero, y a la derecha un alto ventanal bajo el cual corre el friso con su gótica leyenda dorada sobre fondo celeste. Tan hermoso fondo hállase pintado con singular acierto, apreciándose el ambiente que hay entre unos y otros términos del cuadro, cualidad que es la nota sobresaliente de esta obra de Latorre, que demuestra el fruto que este laborioso pintor saca de sus incesantes estudios y trabajos artísticos.

Damos nuestra enhorabuena a Latorre, felicitándole por su reciente doble triunfo en Almería y deseando que su última obra figure pronto en la colección de algun aficionado de gusto, pues bien merece tan señalado honor.

—"ALMA ESPAÑOLA". Madrid 7 febrero 1904.

""ALMA GRANADINA"

Pag.4-6:"(...)que hay muchos, notabilísimos en todas las artes, algunos que llegarán, otros que ya han llegado. Larrocha, Marín, gómez Mir. Latorre, López Mezquita y Almodóvar, son pintores granadinos conocidos y elogiados por toda España, que es donde menos se sabe lo que valemos.(...)"

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 4 de febrero de 1904.

"El cartel del Corpus

"Ayer tarde se reunió en el Ayuntamiento el jurado calificador del concurso de carteles para las próximas fiestas del Corpus.(...) Lema. "Gloria al Santísimo". En un ángulo, fielmente reproducido, de la crestería de la Capilla Real, se ve un precioso grupo de niños que arrojan flores sobre la Custodia. Completa la composición un pasaje en cuyo primer término se ve la torre de la Vela y al fondo Sierra Nevada.(...) El jurado acordó conceder el accésit de 250 (pesetas) al titulado "Gloria al Santísimo.(...) el autor el pintor granadino don Rafael Latorre. (...)"

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 17 de abril de 1904.

"Pinturas de Latorre"

"Llama justamente la atención del público y de los entendidos en arte el hermoso techo del portal de la casa recientemente construida en la Gran Vía para el rico propietario e industrial Sr. Jiménez Arévalo. La parte pictórica es obra del distinguido artista granadino D. Rafael Latorre, y es una interesante y graciosa composición muy bien dibujada y colorida con deliciosa frescura y entonación justa.

El Sr. Latorre está terminando una hermosa colección de imitaciones de tapices con destino a la aristocrática morada de D. Ricardo Burgos y el palco de la Maestranza en la plaza de toros.

—"LA PUBLICIDAD". 21 de abril de 1904.

"En el Casino Principal también se hacen preparativos para decorar la fachada de modo que corresponda a la importancia de la Sociedad (...) los balcones se colgarán con diez lienzos pintados por el notable artista Sr. Latorre, imitando tapices. Hemos tenido ocasión de ver éstos en el estudio del artista y creemos que la obra corresponde al reconocido mérito de éste; son los tapices referidos de los llamados de repostero, de dibujo modernista muy original y gracioso; la entonación apropiada y el buen gusto en la combinación de las tintas constituye un conjunto armónico que da la impresión del verdadero tapiz

También pinta el Sr. Latorre dos grandes lienzos con escudos, que decorarán el palco de la Maestranza en la corrida anunciada. (...)."

—"EL GLOBO". Madrid 23 de abril de 1904.

"Los viajes del Rey

"En Granada

"En el casino principal también se hacen preparativos para decorar la fachada de modo que corresponda a la importancia de la Sociedad (...) los balcones se colgarán con diez lienzos pintados por el notable artista Sr. Latorre, imitando tapices. Hemos tenido ocasión de ver éstos en el estudio del artista y creemos que la obra corresponde al reconocido mérito de éste; son los tapices referidos de los llamados de repostero, de dibujo modernista muy original y gracioso; la entonación apropiada y el buen gusto en la combinación de las tintas constituye un conjunto armónico que da la impresión del verdadero tapiz

También pinta el Sr. Latorre dos grandes lienzos con escudos, que decorarán el palco de la Maestranza en la corrida anunciada. (...)."

—"LA PUBLICIDAD". Granada 11 de junio de 1904.

"Exposición de bellas Artes"

""Pintura"

(...) "Rafael Latorre".- Presenta dos obras que figuran con los números 2 y 3 del catálogo: "Ensayo en Coro" y "Afueras de Granada".

Profesa Latorre en arte, un principio que lleva a sus obras con perseverancia y convicción, y cuyo resultado es no satisfacer por entero el estragado gusto de los que siguen con calor ciertas tendencias del arte, pero él limpio de conciencia artística, produce gratísima impresión; tal es, una absoluta honradez para trasladar al lienzo con fidelidad la impresión que recibe del natural, sin falsear la verdad con efectismos rebuscados y artificiosos; no producen los cuadros de Latorre, esa ofuscante impresión, que se suele buscar poniendo masas de color que atraen la mirada y deslumbran, ssino que por el contrario, tienen la serena calma de la naturaleza y su efecto no es producto del artificio, sino del arte.

Esto, en cuanto a su manera de hacer en general; y descendiendo a detalles, el cuadro "Ensayo de Coro", que representa el interior de una capilla, es un primor de ejecución; el fondo, de una tonalidad gris muy justa, hace destacar vigorosamente el "fascistol", en el que hay unos libros que materialmente "están hablando": las figuras muy sobriamente ejecutadas y colocadas con arte, dan animación al conjunto, con los tonos rojos de las vestimentas, y sobre todo, la figura del monaguillo, que sentado en primer término, ojea un libro, ésta está trazada como color, como dibujo y como factura, de mano maestra.

Todavía me queda algo que elogiar; dígalo si no el tapiz que cubre la gradería del fascistol, pero también noto algún defecto de perspectiva y me parece demasiado recortada la figura del cura; y con estos peros dejo esta obra y paso al número 3 "Afueras de Granada"

En este cuadro, a puesto Latorre todo su esfuerzo en copiar el natural con absoluta severidad; bien es verdad que es tan sugestivo el asunto, que no necesita de artificios para producir la desada impresión. Es una vista de Granada, con la sierra cubierta de nieve al fondo, y dando vida a tal paisaje, una sencilla composición en primer término; una carreta y su guía y algunas otras figurillas más secundarias. La sierra es un estudio de color y luz ajustado; la luz abierta y el ambiente propio, produce el efecto del natural; la carreta, y singularmente los bueyes, constituyen un detalle arrancado a la vida misma: se mueven. Acaso, y alla van los cargoa, tiene demasiado poco valor el primer término, dejando importancia exesiva al segundo, si bien el verdadero asunto está e la sierra; acaso también la figura del carretero, no a todos satisface por demasiado rígida, pero es lo cierto que en conjunto, este cuadro atrae con justicia las miradas de los visitantes a la exposición."

—"LA ALHAMBRA". 31 de julio de 1904.

"La Exposición de Bellas Artes II

"Pintura"

"Almodóvar y Latorre, son las dos personalidades artísticas que en primer término figuran en esta exposición; (...) Latorre con dos cuadros muy sugestivos: "Afueras de Granada" y "Ensayo de coro".(...)

Latorre, en los cuadros que ha presentado, sintetiza su modo de hacer artístico; es el pintor que se somete incondicionalmente al natural, llevando a su obra el ambiente, el color y la luz con absoluta subordinación a la impresión que recibe su retina; no produce el efecto sino con la verdad de la naturaleza o del arte. Su cuadro muy discutido "Afueras de Granada", es un paisaje netamente granadino con sol y ambiente, en el que no hay nada de las agrideces en que suele hacer caer una visión no razonada de nuestros paisajes; no hay efectismos ni falsedades de color muy propias para ofuscar la vista de las que huye constantemente Latorre, y de las que no necesita el paisaje granadino, para resultar, bien interpretado, sugestivo, robusto y hermoso.

Lo mismo puede decirse del otro cuadro "Ensayo en coro", precioso interior de la Capilla de Reyes Católicos, en el que hay no pocos problemas que vencer en lo que se refiere a la luz.

En suma: Rafael Latorre es pintor de personalidad bien definida, que domina la técnica y que produce sin extravios el efecto de luz y ambiente, percibiendo y trasladando al lienzo con tonalidad justa la impresión del natural (...)".

—"BOLETIN DEL CENTRO ARTISTICO". 20 de enero de 1908.

"En el DEFENSOR DE GRANADA se da cuenta de la reunón en el estudio del escultor Nicolás Prados Benítez, con la asistencia de: (...) Rafael Latorre (...). Entre otros acuerdos se concreta una reunión para el próximo domingo para estudiar los estatutos."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 28 de mayo de 1908.

"Cuadros notables"

En los escaparates de varios comercios de la Calle de Reyes Católicos han quedado expuestos los cuadros que el Centro Artístico y Literario regala a los socios y favorecedores. Los cuadros originales de los conocidos pintores granadinos Sres. (...)Latorre,(...) son verdaderamente notables tanto por corrección de dibujo como por la brillantez del colorido constituyendo valiosas obras de arte que honran a sus autores."

—"LA PUBLICIDAD". 28 de mayo de 1908.

"Cuadros notables"

En los escaparates de varios comercios de la Calle de Reyes Católicos han quedado expuestos los cuadros que el Centro Artístico y Literario regala a sus socios y favorecedores. Los cuadros, originales de los conocidos pintores granadinos Sres. (...)Latorre,(...) son verdaderamente notables, tanto por corrección del dibujo como por la brillantez del colorido, constituyendo valiosas obras de arte que honran a sus autores."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 30 de junio de 1908.

"En honor de un artista"

"En los poéticos jardines del Hotel de Siete Suelos vericose ayer tarde el banquete con que el Centro Artístico ha festejado la medalla de oro obtenida por nuestro querido paisano D. José María Rodríguez Acosta en la exposición Nacional de pinturas con su hermosísimo cuadro "Gitanos del Albaicín".(...)" Concurrieron más de ciento veinte comensales, entre los que recordamos a los Sres. (...) Latorre,(...)

—"LA PUBLICIDAD". 30 de junio de 1908.

"En honor de un artista"

En los jardines del Hotel de Siete Suelos, verificose ayer tarde el banquete organizado por el Centro Artístico y Literario en honor de D. José María Rodríguez Acosta, para festejar el triunfo obtenido por este notable artista granadino en la exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada recientemente en Madrid. Asistieron los señores siguientes:(...)D. Rafael Latorre, (...).

—"LA ALHAMBRA". 31 de enero de 1910.

"(...) en estudios de pintores (...) tan distinguidos como: (...) Latorre,(...) ".

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 30 de marzo de 1912.

"Concurso de carteles"

"(...) He aquí la descripción de los quince proyectos indicados por sus lemas:(...)

"Carmen".- Terraza de un carmen; dos granadinas tocadas con la clásica mantilla, miran la lejanía ; al fondo el bosque y las torres de la Alhambra, dorados por el sol.(...)."

—"NOTICIERO GRANADINO". 30 de marzo de 1912.

"Fiestas del Corpus"

"El cartel anunciador"

"(...) Han acudido nada menos que quince artistas granadinos(...). Seguidamenta hacemos una ligera reseña de los bocetos presentados(...).

Carmen".- Dos figuras de mujer,morena y rubia, apoyándose en la barandilla de un carmen y mirando hacia Granada. Al fonde se ven las Torres Bermejas.

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 31 de marzo de 1912.

"La votación"

"(...)

Lema, "Gitana", 8 votos,

Lema, "Carmen", 6 votos,

Lema, "Quiero vivir en Granada", 5 votos,

Lema, "Nevadina", 2 votos,

Lema, "Feria de ganado", 1 votos,

(...)

—"NOTICIERO GRANADINO". 31 de marzo de 1912.

"El cartel del Corpus"

"(...) El alcalde: Ha obtenido 7 votos "Gitana"; 6 "Carmen; 5 Quiero vivir en Granada porque me gusta el oir..."; 1 "Feria de ganado" y 2 "Nevadina"(...). Yo me uno a la mayoría, sumando "Gitana", por tanto 8 votos.

El Sr. Pizarro propone que se conceda una mención honorífica a los demás cuyos bocetos han obtenido votos.(...)"

—"GACETA DEL SUR". 31 de marzo de 1912.

"Las mil pesetas del Corpus"

"(...)El detalle de la votación secreta para adjudicar dicho premio, es el siguiente:

Morcillo 8; lema "Quiero vivir en Granada" 5 votos; lema "Carmen" 6 votos; lema "Nevadina" 2 votos; y lema "A la feria de ganados" 1 voto(...)."

—"EL DEFENSOR DE GRANADA". 18 de abril de 1912.

"Las fiestas del Corpus"

"(...) D. Rafael Latorre y (...) han aceptado las menciones honoríficas que otorgó el Ayuntamiento en Cabildo de 30 de marzopor sus modelos de cartel de las fiestas.(...)"

—"BLANCO Y NEGRO". 29 de septiembre de 1912.

Pag. 17: Reproducción del cuadro

"INDICE"

"De las materias contenidas en éste tomo"

"BELLAS ARTES"

LATORRE (Rafael), "El balcón de Manolita" 1.116

—"ANUARIO DE GRANADA 1917". Enero de 1917.

"Indice de habitantes de Granada"

Pag.244: "Latorre, Rafael, pintor, Carrera Darro 35".

—"GRANADA GRAFICA". 1 Marzo de 1927.

"EN EL CIRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID"

"Exposición de Artistas Andaluces"

(...) no ha logrado su organizador el éxito rotundo (...) ya que las primeras firmas de la región (...) no han acudido al Certamen. )...) Los maestros granadinos consagrados por la fama, Rodríguez Acosta, Mezquita, Gabriel Morcillo, Rafael Latorre, entre otros (...) han desertado de esta exposición (...)".

—"IDEAL" 16 agosto 1936.

El Centro Artístico prepara una gran Exposición con las obras donadas para las fuerzas

"No ha sido solo el pintor Morcillo el artista granadino que ha ofrecido msus obras para cooperar así al mayor éxito de la suscripción abierta con destino a las fuerzas armadas. Según se ha venido publicado por la prensa local, han entregado lienzos de sus más inspirados momentos artísticos, (...) Latorre, (...)."

—"PATRIA" 9 diciembre 1938

Exposición de pinturas de Píñar Rocha

"(...)recuerda la manera delicada de los pintores de final de siglo granadino en que tanto brillaron los valores como La Rocha, Latorre y otros destacados paisajistas (...)"

—"IDEAL" 14 diciembre 1941.

Pergamino con los nombres de los Abogados del Estado caídos por la Patria:

"Un pergamino con los nombres de los abogados del estado caídos por Dios y por España ha sido confeccionado por el artista granadino Rafael Latorre Viedma, por encargo de funcionarios del cuerpo, granadinos, que lo colocaron en su despacho de Hacienda. Figuran en este cuadro de honor los nombres de 27 abogados del Estado y en cabeza el del protomártir de la Patria don José Calvo Sotelo. El dibujo representa una vista de las torres de la Alhambra y una greca con la inscripción al final de 1936-1939"

—"IDEAL" 24 mayo 1946.

Latorre en su aprendizaje con dos duros hacía un cuadro.

A Roma pensionado por los señores Pérez de Herrasti. Ha restaurado lienzos de pintores famosos.

Pag.8: " La Asociación de la Prensa continúa, con la anunciada para las próximas fiestas, la brillante serie de sus exposiciones, síntesis del arte granadino contemporáneo. La de este año la dedica a Rafael Latorre, que en todos los géneros de pintura ha exaltado con pincel garbosamente descriptivo los paisajes, las flores y los tipos de su tierra.

Discípulo de un maestro olvidado, el maravilloso dibujante y decorador Eduardo García Guerra, frecuentó con Mariano Bertuchi, Paco Vergara, Eugenio Gómez Mir, Carlos Moreu y Antonio y Cristóbal Gómez el estudio del maestro en el número 9 de la Cuesta del Progreso, y lo hizo por poco tiempo; el incipiente pintorcillo comprendió que en ningún sitio se aprende tanto como ante el natural, ante el cual ni aun le faltó en quien inspirarse, que Granada, entonces hervía de pintores extranjeros, y así el joven Latorre trabajaba un día con factura valentísima y al siguiente, con premiosa y relamida.

A la pregunta de un sastre apellidado Villarejo, su primer mecenas, de que cuánto bastaba para un cuadro, el muchacho contestó que dos duros. Con ellos compró material para un sentidísimo estudio de la iglesia de San Bartolomé que le valió muchas admiraciones y 20 pesetas de su protector. ¡Dichosos tiempos que hasta la generosidad era barata!.

No se detuvo aquí la protección de Villarejo, sino que le procuró una retribución diaria de cinco pesetas como restaurador de los cuadros del abogado señor Montero, trabajo que le ocupó varios años y para el que tuvo que acertar, con la intuición que siempre le ha distinguido en su trato con las antiguayas, con el modo de emplastecer, limpiar, forrar y retocar lienzoa viejos.

Cuando las reñoritas pintaban

Pronto le abrumaron las lecciones, aunque su modestia le decía que estaba sólo en edad de aprender. La marquesa de Campo Hermoso, que le había escogido para profesor de sus hijas, le proporcionó muchas y distinguidas discípulas. Entonces el saber pintar se estimaba imprescindible en la educación de una señorita. Sólo las noches le quedaban al aprendiz de pintor para estudiar. Con los colores de sus condiscípulos pintaba obras que éstos hacían pasar por suyas. Más de un cuadrito de los que en su establecimiento lucía un popular tabernero granadino, como hechura de sus hijos, tuvo este origen.

Por entonces comenzó Latorre a exponer en el viejo Centro Artístico, en su local de los Cuchilleros. Poco después, en Málaga, vendió un cuadro "Las lavanderas". En seguida, y en plena juventud, vino la popularidad y las primeras mieles del triunfo. Ventas, premios, encargos, viajes. En Madrid visitó a Tomás Martín el más humilde de nuestros pintores y el más completo de nuestros acuarelistas. Se mezclaron la nostalgia del perenne amador de una Granada que ya no volvería a ver y la tristeza de quién comienza un sendero que ve perderse en el olvido.

También pintó Latorre en la Ciudad Eterna. Alla fué pensionado por los próceres granadinos señores Contreras y Pérez de Herrasti y por un ingeniero malagueño: el señor Torres Capurió. Eran los días de nuestro desastre colonial. La grandeza de nuestro Imperio declinaba y en Roma nombres españoles como Villegas y Sarasate mantenían inhiesto un pabellón que aún no hemos arriado: el de nuestro arte. Entonces se puso Latorre en contacto con los maestros del Renacimiento italiano. Antes en el Prado lo había verificado con los nacionales merced a la munificencia de don Luis Andrada Wandervilde y don Fernando Contreras y Pérez de Herrasti. Estas leciones del pasado pusieron en la obra del artista acentos graves.

Ya Latorre era un pintor completo. Las obras fluían de su pincel en abundancia. Temas sumamente difíciles: restauraciones de empeño, como la del cuadro de Juan de Sevilla, en la Catedral: "La Flagelación"; retratos como el de Alfonso XII para el Ayuntamiento; el Arzobispo Moreno Manzón para el Seminario: de D, José María Agrela; de la familia de don Juan Manzano, para el colegio de la Santísima Trinidad, en Lanjarón; del canónigo Señor Carrasco; del deán señor Fernández Pesquero y del párroco del Sagrario señor Teruel. Cuadros religiosos como "La Coronación de la Virgen" y "El arrepentimiento de la Magdalena". Por fin los discípulos que habían de continuar el arte del maestro: Suárez Peregrín, hoy ilustre pintor, Villalobos que a su vez en Madrid tuvo muchas lecciones, Zuloaga hijo de un presidente de nuestra Audiencia, Queiruga, Olalla que aún continúan al lado del maestro. Paco Corrales que se apartó del arte, Manolo Morón muerto prematuramente, Joaquín Peñalver excelentemente dotado para ser un buen pintor y Gabriel Barrales, el insuperable copista de los primitivos flamencos.

Como se ve por esta sucinta declaración de méritos, bien merece el veterano maestro el homenaje que representa esta exposición de la Asociación de la Prensa.- MARINO ANTEQUERA.

—"IDEAL" 18 junio 1946

Se da cuenta de la publicación de la revista "Granada Corpus". Hay en ella un artículo de Marino Antequera: "Latorre, pintor granadino".

—"IDEAL" 24 septiembre 1946

Con motivo de la exposición del pintor Garrido del Castillo, se menciona a "Latorre como gran dibujante a plumilla."

—"IDEAL" 4 marzo 1949

RAFAEL LATORRE HA CUMPLIDO SUS SETENTA Y CINCO AÑOS EN PLENA ACTIVIDAD ARTISTICA

Ha pintado más de un millar de cuadros y restaurado muchas obras valiosas.

Maestro de Bertuchi, de Barrales, Suárez Peregrín y colaborador de Ganivet en el "LIbro de Granada"

"El decano de los pintores andaluces, don Rafael Latorre Viedma, ha cumplido sus setenta y cinco años delante del caballete. En él uno de sus bodegones clásicos, con rotundos casticismos barrocos: cardos, coliflores, cebollas, la verdad pródiga de la Vega de Granada junto a cacharros de Fajalauza, de Castril o de cualquier otra alfarería de la región, tradicional en formas y coloes. Alrededor, una docena o más de pequeños discípulos con sus trabajos balbucientes que esperan de la mano del maestro la rectificación de aquella nariz o el sombreo de los ojos copiados muertos de la frialdad marmórea del modelo, la pincelada diestra que establece el término y el contraste y hace llegar la luz a las masas sombrías.

Rafael Latorre, el colaborador de Ganivet y el maestro de Bertuchi, de Barrales, de Suárez Peregrín, de Emilio Olaya,(Olalla)de Montoro, de García Domínguez... está hoy lo mismo que ayer y que anteayer: en su casa-museo de la Carrera del Darro, junto a la maravilla renacetista del palacio de Zafra, leyendo todos los días la sentencia de interpretación legendaria campeando en la cornisa labrada de su balcón tapiado:"Esperando la del cielo". En frente, la iglesia de San Pedro, parroquia de los gitanos, y la Colina Roja vestida ahora de novia con el blancor de los almendros, coronada por la silueta fina de la Alhambra. Dando acorde a su vida el rumor torrecial del Darro, que allí mismo se arrincona para que los viejos buscadores de oro laven y tamicen sus arenas hasta descubrir las pajuelas diminutas fulgurantes en el fondo de sus cedazos.

De Latorre decía en 1901, Rodolfo Gil en su "País de los Sueños": " más de todos estos -hablaba de los artistas granadinos de aquel entonces- , ninguno aventaja en Granada a Rafael Latorre e Isidoro Marín. Las flores, los tipos, las costumbres locales, los monumentos artísticos: todo ello ha sido reproducido por ambos magistralmente. Así se expica la popularidad de que gozan. Revélase Latorre como un artista de cuerpo entero, lo mismo en los géneros comunes a ambos, que en los retratos, en la pintura religiosa y en los tapices, en que hasta ahora no tuvo competidores.

Y en nuestros días, después de medio siglo, el crítico de arte Marino Antequera nos afirma: "Latorre no ha tenido otra musa que Granada. Paisajista, ha copiado todos los acpectos de ella de modo inimitable. Y conste que lo hacía cuando este era quizá el rincón más reproducido de la tierra y millares de cuadros cantaban por toda la anchura del mundo la belleza de esta ciudad".

Ha pintado más de mil cuadros

Dice Latorre que ha pintado unos seiscientos cuadros. La cifra está calculada por lo bajo. A los doce años ya emborronaba lienzos, y adolescente aún, sus obras empezaban a ser apreciadas por los aficionados. Quiere decir que son más de sesenta años pintando. A este dato únase la prolija actividad de Latorre que es artista de concepción rápida y pincel ágil, y el número de sus obras debe elevarse quizá al doble de lo que el artista presuma. Alternando con esta labor, el magisterio del Arte sobre los centenares de discípulos que han desfilado por sus estudios- ¡que Medalla del Trabajo más merecida!- y, en el declive de su vida, el ejercicio de una calificada crítica de anticuario. Como recoge Emilio García Gómez en su "Silla del Moro", el secreto de echar como nadie en los objetos que reconstruye "el polvo de los siglos".

Latorre restaurador de cuadros famsos

Queda una faceta más: Rafael Latorre como restaurador. Lo es oficialmente de la Alhambra, como único cargo que ha conseguido en su luenga vida. Pero también lo ha sido de muchas obras preciosas de la pintura andaluza. En la Catedral de Granada los lienzos de Juan de Sevilla muestran la delicada destreza de su pincel. En las mejores pinacotecas de la región, en las viejas iglesias, en los museoa ha trabajado con leal honestidad para restablecer los nobles perfiles esfumados y ricas tonalidades perdidas.

A él se debe también que la devoción granadina pueda continuar ofrendando sus favores a la muy venerada representación pictórica del santo Cristo del Paño, cuyo Santuario en Moclín, reconstruido por Regiones Desvastadas ha sido reinaugurado en estos mismos días, en su impresionante y centenaria coloración, Latorre, después de muchos días de estudio y trabajo en los que su casa se convirtió en lugar de emocionada peregrinación de millares y millares de fieles consiguió que la sagrada imagen recobrase todo su dramático y auténtico valor. Además obtuvo la copia que hoy se venera en la iglesia Metropolitana muy dificil de distinguir del original que tan prodigiosamente fué salvado de la barbarie comunista.

Unico superviviente de los autores del "Libro de Granada"

Ocho fueron los literatos y artistas granadinos que, a la cabeza Ganivet, hicieron en 1899, en la misma raya de dos siglos, el "Libro de Granada", genial concepción del insigne e infelice escritor granadino: el mismo Ganivet, Gabriel y José Ruiz de Almodóvar, Matias Méndez Bellido, Nicolaás María López, Adolfo Lozano, Isidoro Marín, Rafael Latorre. Solamente vive de todos ellos éste último. Haber participado en aquella obra, la primera y la única que llevó a buen fin la "Cofradía del Avellano" constituye para Latorre un legítimo orgullo. Angel Ganivet, gran pensador, pensaba mucho antes de elegir. Eligió a Latorre entre el numeroso grupo de pintores que por aquellas fechas ponían tan por lo alto la fama artística de Granada.

Cuadros de Latorre hay en todo el mundo. Las flores de los cármenes granadinos parece que perfuman aún con sus fragancias casas próceres en las que se hablan todos los idiomas cultos. Sus tipos viven épocas remotas. Mantienen sus escorzos llenos de gracia rincones desaparecidos. Lucen la esbeltez de sus líneas, ya más hundidas por el transcurso de medio siglo, monumentos insignes.

Ha hecho cuanto podía hacer por Granada. Al cumplir sus 75 años bien vividos nada necesita en el aspecto económico. Sin embargo, el pintor decano de los pintores andaluces, que quizás lo sea de España descontado el ilustre Santa.María, el maestro de tantos maestros, bien merece una prueba del reconocimiento oficial hacia su labor, tan intensa y tan castiza." CANDIDO G. ORTIZ DE VILLAJOS

—"IDEAL" 26 febrero 1953

LA MEDALLA DEL TRABAJO PARA RAFAEL LATORRE.

Ha sido pedida por un grupo de antiguos periodistas granadinos

"Un grupo de artistas, literatos y periodistas de Granada, ha solicitado la Medalla del Trabajo para el veterano pintor granadino don Rafael Latorre Viedma. En el escrito, presentado en el Gobierno Civil para su curso al ministerio correspondiente, se hacen constar someramente los méritos exepcionales de Latorre a través de una labor de más de 50 años: producción superior al millar de obras, todas dedicadas a la exaltación de los valores típicos, monumentales y folklóricos de Granada; su magisterio artístico, que ha dado al arte español figuras tan relevantes como Mariano Bertuchi, Suárez Peregrín, Barrales, Emilio Olalla, Montoro y García Domíguez. Sus dotes de restaurador, manifiesto en obras valiosas de los principales templos de la región, y, como dato de importancia extraordinaria para la historia artística y literaria granadina el hecho de ser el único superviviente de los ocho escritores y dibujantes que bajo la dirección de Angel Ganivet compusieron el famoso "Libro de Granada", genial y única obra de la "Cofradía del Avellano". Firman la solicitud el director de la Escuela de Artes y Oficios don Gabriel Morcillo, los presidentes del Centro Artístico, de la Real Academia de Bellas Artes de Granada y accidental de la Asociación de la Prensa, señores Sola, conde de las Infantas, y Muñoz Mompean; los directores de "Ideal", "Patria" y "Hoja Oficial del Lunes", señores Lozano, Bullejo y de Vicente, y el cronista oficial de Granada y su provincia señor Ortiz de Villajos."

—"IDEAL" 28 febrero 1953

"(...)de paso agradecemos al Sr. Alcalde la adhesión propuesta y aceptada para la petición de la Medalla del Trabajo al pintor Rafael Latorre el viejo y todavía rezongante maestro de artistas que, como dice García Gómez, con tanta gracia sabe echar el polvillo de los siglos sobre todo chisme que cae en sus manos(...)"

"El Ayuntamiento se adhiere a la petición de la Medalla del Trabajo para el señor Latorre"

"También a propuesta del Alcalde, se acordó por unanimidad adherirse a la petición formulada por diversos granadinos para que se pida para el pintor granadino don Rafael Latorre la Medalla del Trabajo".

—"IDEAL" 6 enero 1955

Parcelar Los Mártires para edificar es una barbaridad, dice el pintor don Rafael Latorre

Pag.7:" Don Rafael Latorre, pintor, restaurador oficial de la Alhambra, ochenta y cuatro añ:os de edad...Para llegar a don Rafael es preciso hacer "un viaje" por un museo lleno de objetos, cuadros, muebles, etc. encanto de coleccionista. Don Rafael está arriba, en el estudio, nos dice un viejo maestro en antiguedades cuando le preguntamos.

Allá en el tercer piso, con el sombrero y el abrigo puestos y sólo a dos pies de una estufa, está el maestro, decano de Andalucía en su género, con los pinceles en la mano. Ante él unas tablas imitando una vieja librería del siglo XVIII; en cama panel, el encanto de unos ramos de flores que con mano segura pinta el anciano y siempre fecundo artista.

Es grato el estudio lleno de esos cachivaches tan amigos a los artistas. Unos gatos duermen en posturas inverosímiles.

—Don Rafael, queremos que nos dé su opinión sobre el problema de Los Mártires. Usted, tan vinculado a nuestros tesoros de arte, la tendrá concreta.

—Pues, mire, ya he leído algo, pero no estoy muy enterado. Más que la lectura, me atrae la pintura. Ocho o diez horas le dedico a ésta cada día."

Parcelar Los Mártires es una barbaridad

—Sepa, don Rafael, que hay la posibilidad de que la finca de Los Mártires se venda en parcelas para edificar.

El decano de los pintores andaluces, deja los pinceles junto a la flor que muestra sus colores espléndidos, nos mira sorprendido, y responde seguro:

—Eso es una barbaridad.

—¿Entonces es usted partidario que se respete su estado actual?

—Desde luego, aunque con ligeras modificaciones. El paisaje de allí es único y no debe perderse nunca ese mirador sobre la Sierra, la Vega y el barrio del Barranco del Abogado.

Don Rafael saca de su viejo gabán un paquete de cigarros negros, uno de los cuales nos ofrece.

—¡Ah!, pero ¿usted no fuma? -nos dice al vernos sacar un cigarrillo de mentol-. A mí me hace daño pero fumo. Cuando M. Meermans compró Los Mártires en cincuenta o sesenta mil duros -prosigue-, los jóvenes de mi tiempo censurábamos que la finca quedara en manos de un extranjero. Luego, Meermans se unió tato al paraje, que lo mejoró. Si ahora se presenta la ocasión de adquirirla para la ciudad no debe desaprovecharse. Adquiérase.

Luego, la casa se podría dedicar a Museo, pues hay en Granada muchos cuadros amontonados y que no pueden verse, y la entrada en aquel paraje debería quedar como la entrada en las Torres, en el Generalife, etc. Un parque para todos, no; un recinto acotado, en los más días sí.

El laurel del patio conventual de la casa de este viejo pintor se asoma casi al estudio. Don Rafael nos confiesa que no sabe exastamente su edad: 83, 84 años. Cuando nods despedimos, tiene entre los dedos de su mano un cigarro humeante de picadura negra. El periodista esconde ruboroso su cigarrillo de mentol. ¡Don Rafael trabaja cada día diez horas...!

—"IDEAL" 8 mayo 1957

Durante 25 años IDEAL defendió la integridad posible de la Granada artística:

"(...) los homenajes tributados por la Asociación de la Prensa a los ya desaparecidos Isidoro Marín, Ruiz de Almodóvar, Gómez Moreno, Bertuchi y Martínez de Victoria y los vivientes Morcillo y su escuela, y el veterano Rafael Latorre, han merecido de nuestra parte estudios, buenos para base de futuras biografías (...)"

—"IDEAL" 20 junio 1957

Las bellas artes se asociaron a las fiestas del Corpus:

"(...)Exposiciones organizadas por la Asociación de la Prensa"

"La asociación de la Prensa, que en su antiguo local de la Acera del Casino, del que no queda ni la casa, celebró exposiciones muy concurridas hace treinta años, en estos últimos tiempos abrió exposiciones de pintura del tránsito del pasado al presente siglo, en honor de Isidoro Marín, Mariano Bertuchi, González Marcos, José Ruiz de Almodóvar, Eugenio Gómez Mir, Manuel Martínez de Victoria, Rafael Latorre y Gabriel Mocillo y su escuela..."

—"PAZ Y CARIDAD". junio 1959.

" Pincel en ristre"

Don Rafael Latorre. Maestro de Maestros. Por E. Villar Yebra.

"Don Rafael Latorre Viedma, decano de los pintores de Granada; 86 años llevados con muy buena salud y mejor humor. En su estudio de la granadinísima Carrera del Dauro he ido a visitarlo para presentarlo a los lectores de PAZ Y CARIDAD. Lo encuentro ante el caballete pintando unas flores con igual actividad que lo haría un hombre joven. Latorre es una figura inseparable del ambiente artístico de Granada, extraordinario amante d>

"Las mil pesetas del Corpus"

e su patria chica, gran pintor, de exquisita sensibilidad y experto maestro para la enseñanza de tan difícil disciplina como es el manejo de los pinceles; ha laborado incansablemente desde muy joven, produciendo una obra copiosa que ha salido allende las fronteras, haciendo conocido el nombre de tan ilustre artista, en los más lejanos paises. Su intenso trabajo jamás le ha impedido dedicarse al par a la enseñanza, y a sus estudios acudieron siempre muchos jóvenes pintores deseosos de recibir los acertados consejos de tan veterano pintor. Entre sus numerosos discípulos hay nombres después laureados con las más altas recompensas artísticas. Don Rafael, que por lo visto vive sin soltar los pinceles, con la misma intensa vocación y goce por el trabajo que en sus años jóvenes, no interrumpe ni un momento su labor para contestar a mis preguntas. El habla rememorando cosas de su vida, pero sus ojos observan el modelo que copia, con agudeza analítica, aquilatando luces y sombras, analizando matices, estudiando volúmenes y calidades. Su pulso se conserva preciso y seguro al aplicar la pincelada.

- Yo empecé como casi todos, muy joven. Las aficiones apuntan siempre al alborear la vida. A los 17 años fui discípulo de D. Eduardo García, pero después seguí mi propio camino, viendo como pintaban unos y otros, estudiando las maneras de los paisajistas foráneos que venían por aquel entonces a interpretar las hermosas perspectivas de Granada, hasta encontrar a fuerza de trabajar mi propia manera y estilo.

- En pintura he hecho de todo: óleo, acuarela, dibujo ... he practicado muchísimo el dibujo a pluma en el tema de paisaje. En Granada hay muchos motivos para hacer verdaderos primores con la pluma. La restauración es otra especialidad a la que he dedicado con gran interés parte de mi vida. Aun muy joven restauré un cuadro de gran valía que hay en la catedral, por encargo de uno de los arzobispos, estimándose mucho este trabajo mío en esa faceta de la pintura.

- Como gustarme me gustan todos los temas que se pueden llevar a un cuadro: pero preferentemente el paisaje y las flores.

- Yo he tenido en Granada muy buenos discípulos. Algunos han obtenido primeras medallas en Exposiciones Nacionales, como Suárez Peregrín, Barrales, el cotizado copista y López Vázquez, el especialista en reproducción de tablas de primitivs flamencos, también fueron mis alumnos. Y otros pintores granadinos de la promoción actual, como Montore Soto y García Domínguez...

- ¿Procedimiento? Lo he tocado todo, como ya te he dicho; pero el óleo es lo que más me satisface, es más completo que ningún otro para expresarse.

- Sí. En mis cuadros he recogido muchos temas de Granada que ya han desaparecido, sobre todo aquellos típicos patios del Albaicín, que tan pintoresco caracter tenían con sus galerías cargadas de geranios. Mira aquel cuadro que hay alli, en ese rincón. Lo pinté hace bastantes años; se trata de un patio que había en el Realejo. La pintura en cuestión -de la que se inserta reproducción- representa un rincón de un viejo patio que apoya sus galerías de maderas talladas sobre esbeltas columnas de mármol. La luz suave, que desciende de lo alto ilumina con delicadas irisaciones las viejas paredes, arrojando penumbras transparentes bajo el vuelo de las galerías. Todo tiene una riqueza cromática limpia, entonada en grises perlinos que cobran un sabor misterioso en las sombras que envuelven formas apenas insinuadas. Y todo ello servido por la estructura de dibujo seguro, de maestro consumado.

- Sí. Desde luego mis cuadros ha viajado bastante, pues tengo muchos de ellos en paises muy lejanos, sobre todo en Brasil y El Perú. Y yo también, no creas, he recorrido un poco de mundo; pero prefiero quedarme en Granada, que es lo mejor del mundo, en el que no hay una calle como la Carrera del Dauro, y no lo digo sólo porque viva en ella, sino porque no hay otra igual.

- ¿Recompensas? En Madrid me otorgaron una tercera medalla, una medalla de oro en Almería... ¿Exposiciones? He enviado cuadros a numerosos certámenes en Granada y fuera de ella, pero la únca vez que he expuesto individualmente fue hace unos pocos años en que, con motivo de las fiestas del Corpus, la Asociación de la Prensa organizó una exposición antológica de mis obras.

- Sí. No hace mucho que salí a pintar una vez más mi calle favorita, y estando en plena calle, ante el caballete, manchando el lienzo, me vi rodeado de conocidos que hacían elogios de mi fuerte naturaleza, al tener a mi edad todavía brios para emprenderla con un paisaje en plena calle: asombrándose la gente de que estuviera pintando sin usar gafas.

- Y que eso y de esa forma, sígalo usted haciendo, gracias a Dios, muchos años todavía, don Rafael."

—"IDEAL" 12 febrero 1960

Don Rafael Latorre falleció ayer

Hasta el martes había hecho vida normal

Afectado de gripe, tuvo que guardar cama sólo dos días, pero surgió una complicación fatal

A sus ochenta y siete años, aún pintaba si necesidad de gafas y estaba a punto de terminar un paisaje de la Carrera del Darro

Pag.1 y 6:"Falleció ayer, al mediodía, tras breve enfermedad, el ilustre maestro de pintores granadinos don Rafael Latorre Viedma

El señor Latorre que contaba ochenta y siete años, había hecho vida normal hasta el martes último, en que tuvo que guardar cama, atacado de gripe. La enfermedad parecía benigna, mas como padecía una antigua bronquitis, a última hora surgió una complicación y le falló el corazón. Hasta ahora se conservaba perfectamente y hasta pintaba sin gafas, el martes dedicó un rato a su último cuadro, un paisaje de la Carrera del Darro, que tenía a punto de terminar.

Ayer, a las doce y cuarto de la mañana, estaba tomando alimento y rechazó la taza cuando iba por la mitad, por no tener más gana. Dobló la cabeza hacia un lado y expiró serenamente. A su lado se hallaban sus sobrinas y dos de sus discípulos.

La noticia de tan irreparable pérdida se extendió rápidamente por la ciudad, en la que el finado nació y donde contaba con generales afectos, admiración y respeto. Toda su vida la consagró a la pintura y mediante ella realizó una fecunda obra de exaltación de las bellezas granadinas. También tuvo como gran afición las antigüedades, terreno en el que siempre su opinión fue indiscutible. Era pintor, restaurador del patrimonio de la Alhambra. Su carácter sencillo y modesto le impidió tomar posesión del cargo de acadé,mico de la granadina de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias, para el que hace tiempo fue justamente elegido.

Por la casa mortuoria, sita en la Carrera del darro, desfilaron ayer tarde y noche infinidad de personas de todas las clases sociales, para testimoniar su pésame. Hoy, a la una de la tarde, se celebrará un solemne funeral en sufragio de su alma en la iglesia parroquial de San Pedro, y seguidamente, sobre las dos, será el entierro".

* * *

Rafael Latorre, decano de los pintores granadinos, ha muerto. Con él se va una época no sólo del arte, sino de la vida de nuestra ciudad. Sobrevivió a muchas generaciones y algunos de sus discípulos han entrado en la ancianidad sin que al maestro se le advirtieran síntomas de cansancio, de desilución. Ha trabajado, ha pintado hasta el fin de su vida tan dilatada. Si fuese comprendida la intensidad del esfuerzo del pintor, hubieran premiado hace ya muchos años laboriosidad tan sostenida. Pocos alicientes tuvo para sostenerla. Un solo premio, y de carácter particular, animó sus años mozos. Como Gómez Moreno, como Barrecheguren, logró marchar a Roma. Lo permitió a su modestia la ayuda económica facilitada por aquel noble caballero cristiano que fue don Ramón Contreras.

Perseverante en su trabajo, lo fue también en su criterio. Se reía de los artistas viejos que para simular una juventud perdida se afilian a tendencias de vanguardia. Latorre, enamorado del sol y la gracia de Granada, puso en reproducir estos encantos su mayor empeño. Como Larrocha, jefe de una escuela rival, o Alcázar Tejedor, que andaba por aquí a principios de siglo, o como los continuadores de García Guerra y del sevillano García y Ramos, pintó esos soleados aspectos de Albaicín y de la ciudad baja que, aunque con técnica distinta reproducidos, también sedujeron a Isidoro Marín y a Tomás Martín. Conservaron un estilo uniforme entre esos mismos paisajes pintados por Sorolla, Sargent y Rusiñol, que a tantos contemporáneos de ellos arrastraron a la insinseridad. No digamos nada del paso por aquí de los de tendencias más apartadas del impresionismo templado de los granadinos. Ni Echevarría ni Regoyos dejaron otra huella de su paso que una levísima influencia en Ismael González de la Serna. Latorre, completamente invulnerable a cuanto no fuese su manera tradicional, siguió con el estilo aprendido en su niñez y con el mismo formó a sus dicípulos, muchos ya ausentes de su patria, como Villalobos y Urbano; otros, como Fernández Piñar, continuadores de la manera del maestro: otros, apartados de ésta, pero no disidentes de un mismo espíritu, como los dos más notables copistas españoles de nuestro tiempo: Gabriel Barrales y López Vázquez.

No se limitó Latorre a sólo el paisaje, fue tambié también pintor de asuntos de género, preferentemente granadinos, y de retratos, de los que quedan muchos en centros oficiales y en casas próceres, pintados con facilidad y con colorido jugoso. Dibujante hábil y firme, sesible al ritmo sutil de los contornos, muy diestro en entonaciones exastas, tuvo especialidad destacada en lasnaturalezas muertas, en las que fue continuador, más suelto y vigoroso de toque, del maestro de su juventud, Sanz del Valle. Como se ve, no exageraba cuando al principio aseguré que con Rafael Latorre muere una época.

Tuvo la suerte de vivir medio siglo en la calle que aún conserva el aire de la vieja Granada: la Carrera del Darro. Habitó primero la casa donde está hoy instalada la Comisión de Monumentos; después, en la que murió. Dos típicas casas solariegas, de las que abundaron en la feligresía de San Pedro vieron colmados patios, corredores y salas de cuadros modernos y de preciosas antigüedades entre las que se formaron, en el aprecio de obras nobles, muchas generaciones de discípulos, a los que el maestro no cobraba estipendo alguno, bastándole, como en los antañones talleres, con que le ayudaran en la imprimación de lienzos, en la confeccion de marcos, en empastes para restauraciones y en el lavado de pinceles. Era un buen método de enseñanza esta tradicional compenetración, del alumno, verdadero aprendiz, con el intrincado oficio de pintor, que no es menester para aprendido a la ligera, que nada importante -y el arte lo es en grado sumo- fue nunca obra de poco tiempo. Ya dijo el inolvidable Pontífice Pío XII: "Noble misión la del Artista que ayuda a los más insensibles y distraidos a ver, a gozar de la belleza natural de las cosas más humildes y, a través de ellas, de la belleza divina, y-mientras los pies siguen tocando la tierra- a levantar los ojos hacia el cielo, hacia Dios". Por desgracia, no es sólo el concienzudo enseñar el que con la muerte de artistas como Latorre se pierde; tambiém se nos escapa el ejemplo viviente de un arte inspirado en el manantial inagotable de emociones que es el natural. No ya los abstractos, los actuales figurativos viven de espaldas a la naturaleza. De ellos puede decirse, como de los bizantinos se dijo, que tienen ojos para no ver lo que tienen delante. Rara vez se ve a los pintores ahora en el campo. Prefieren trabajar cómodamente sentados a la mesa de camilla.

Todo esto nos hace sentir en propia carne la pérdida de Rafael Latorre, pintor perseverante en el buen camino; fiel a un ideal; perpetuador de una clase de artistas barrida por la vulgaridad de los tiempos; cultivador tozudo de una manera que si en el buen ayer encontró eco, este eco se ha perdido en el desolado materialismo, en el afán publicitario de la época presente. Dios tenga en paz al maestro que si sobrevivió fue para gozarse en el recuerdo de una época en la que el pintar llenaba de gozo el alma. Como no fue intrigante, no alcanzó favores oficiales. Sólo en la vejez fue elegido académico de la Real de Bellas Artes de Granada y no alcanzó a tomar posesión. La muerte se le interpuso a la hora de alcanzar lo que fue sueño de su vida. MARINO ANTEQUERA

—"IDEAL" 13 febrero 1960

LAS AUTORIDADES EN EL ENTIERRO DE DON RAFAEL LATORRE

Pag.3:PIE DE FOTO:Después de un solemne funeral en la parroquia de San Pedro, poe el eterno descanso del alma del ilustre pintor granadino don Rafael Latorre, se verificó el acto del entierro de su cadáver, en el fúnebre cortejo, con preponderancia de artistas, y presidieron el triste acto el alcalde de la capital, señor Sola Rodríguez Bolívar; el presidente del Patronato de la Alhambra, señor Marín Ocete; el teniente de alcalde señor Baena Vallejo y los familiares más allegados de la preclara figura granadina desaparecida.-(Foto Torres Molina.)

—"HOJA DEL LUNES" 15 febrero 1960

"Un recuerdo final para un buen granadino que acaba de morir. Para don Rafael latorre, el pintor enamorado de las bellezas de la ciudad, que siempre pintó en granadino y no se separó jamás de la escuela clásica. Su exesiva modestia se oponía a su gran valía. Su fallecimiento es una pérdida ireparable.

—"IDEAL" 7 agosto 1960.

GLOSARIOS GRANADINOS: "la Carrera del Darro"

Dibujo y comentario por Villa Yebra

"(...)El ilustre pintor granadino don Rafael Latorre, fallecido el pasado invierno, pintó muchos cuadros de ésta calle en una de cuyas casas residía y tenía su estudio; era un sincero amante del paisaje encatador de este lugar. El, que había viajado por los más bellos paises de Europa, afirmaba no haber visto en ninguna parte una calle tan singularmente pintoresca como ésta Carrera del Darro(...)"

—"IDEAL" 12 febrero 1961.

GLOSARIOS GRANADINOS: "la Plaza de Sto. Domingo"

Dibujo y comentario por Villa Yebra"

"(...) A ambos lados se levanta la torre, interrumpida al llegar a la altura del cornisamiento de la fachada y sustituida, a partir de aquí por una curiosa espadaña cuya forma, bastante singular, gusta mucho a los pintores. de ella recuerdo un magnífico dibujo a lápiz, de apuradísima fidelidad que vi hacer a D. Rafael Latorre(...)"

—"IDEAL" 3 septiembre 1961.

GLOSARIOS GRANADINOS: "En la Carrera del Darro"

Dibujo y comentario por Villa Yebra

"(...) A lo largo de su dilatada vida profesional, Rafael Latorre, maestro de muchos pintores granadinos, que vivió en la Carrera del Darro, realizó aquí, ante la variada temática del lugar, multitud de óleos, dibujos y acuarelas. Y el veterano pintor, que había viajado por la más interesates ciudades de Italia, me dijo en una ocasión que él no había visto una calle con tanto atractivo para un paisajista como esta Carrera del Darro(...)"

—"IDEAL" 11 marzo 1962.

GLOSARIOSS GRANADINOS: "Puentes sobre el Darro"

Dibujo y comentario por Villa Yebra

"(...) en este paraje tan pintado ya, bastante tiempo antes de que Rafael Latorre, con enamorada fidelidad, pintara y dibujara una y otra vez todas las facetas de la bellísima Carrera del Darro(..)

—"IDEAL" 22 junio 1962

FOTOGRAFIA DEL CUADRO "AFUERAS DE GRANADA"

PIE DE FOTO:"El arte castizo de Rafael Latorre nos dejó múltiples aspectos de esa Granada que en su incolumidad añoramos. Desde los alrededores de la ciudad, sin la muralla de altas edificaciones que hoy nos estorba la visión, gzábamos de la pintoresca silueta granadina, con la gentileza de sus torres, la noble apostura de sus añosoa cipresas, la suave curva de las colinas circundantes y el fondo sin par de la Sierra. Caserís, ventorrillos, huertas, veredas semiocultas por los zarzales, en las que fumamos el primer cigarrillo durante la incipiente picardía de las "rabonas", caminos desconocedores aún de la costra gris del asfalto, olivares que en el invierno se animaban con los cantos y gritos de los "meceores" y de la merendonas familiares, con mosto y aceitunas " aliñás". Todo un escenario y unas costumbres que barrió imperturbable la marcha del tiempo.

—"PANORAMA ACTUAL DE LA PINTURA GRANADINA" Antonio Aróstegui. "Pliegos de Arte" nº 4. Ceuta 1962.

Pag.11: "(...)mis entrevistas con viejos maestros, que vivieron toda la vida artística local de nuestro siglo, y cuyos nombres quiero traer aquí con mi recuerdo emocionado: Antonio L6oacute;pez Sancho, José Carazo, Rafael Latorre, Jorge Apperley, Mariano Bertuchi..."

—"IDEAL" 29 octubre 1964.

OLVIDOS Y HONORES

"(...)Es proverbial el olvido con que Granada paga a sus grandes amadores, según observa Marino Antequera y cita para probar su aserto, los nombres de Francisco de Paula Valladar, Almagro Cárdenas, Enrique Marín, el maestro Larrocha, Garrido del Castillo, Isidoro Marín, Gómez Mir y Rafael Latorre, entre otors muchos que podrían agregarse a esta somera relación(...)"

—"IDEAL" 15 mayo 1966.

GLOSARIOS GRANADINOS: "Un patio viejo y pintoresco"

Dibujo y comentario por Villa Yebra

"(...) Todo un esplendor pretérito ajado por muchas causas, de tiempo y de usos, en un patio granadino de los que tanto gustaban al pintor Rafael Latorre, que dejó muchos cuadros de patios perdidos(...)"

—"IDEAL" 19 mayo 1968.

Recuerdo a la casa bohemia de don Rafael Latorre

Por José Fernández Castro

Pag.21 y 22:"Hace años, una mañana de primavera, fui con un amigo a visitar al pintor don Rafael Latorre. Poco tiempo después de aqella visita murió el artista granadino. Aquel mismo día tomé unas notas de aquella conversación que hoy he encontrado y que he redactado como recuerdo y homenaje a don Rafael y a aquella casa bohemia que fue todo un símbolo de la Granada artística de su tiempo.

Después de almorzar voy on mi amigo Paco Gómez a casa del pintor Rafael Latorre, que también es anticuario. Queremos ver si tiene alguna fuentecilla, pilar o columna para mi casita de Huétor Santillán.(...)

(...) La casa de don Rafael Latorre es un verdadero baratillo de cosas absurdas, en el que no faltan muebles y pinturas de cierto interés. Da la impresión de una casa fantástica, enduendada, de leyenda; la mansión de un artista más loco que cuerdo. Recorremos varias habitaciones de la planta baja atiborradas de muebles rotos, de figuras o marcos cubiertos de polvo y suciedad entre los que destaca una bella y reluciente consola dorada. La suciedad no choca en este ambiente. Más bien parece algo necesario. Sin variedad y contrastes el mundo sería tremendamente aburrido.

Paco expone a un empleado el objeto de nuestra visita. El hombre mueve la cabeza y contesta:

—No tenemos nada de eso; todo lo ha "escudriñao" Arquellada. Pueden dar una vuelta por el Jardín a ver si hay algo.

El jardín umbroso y poético, está invadido de restos de muebles, piedras talladas, capiteles, hierros mohosos.(...)

Cruzamos de nuevo el patio y subimos la escalera de aspecto imponente. En el primer piso Paco se detiene solemne, mira con respeto hacia unas puertas de rica talla y dice:

—Todo eso es particular. Ahí no deja entrar don Rafael ni a los ministros, a quienes recibe con el sombrero puesto. Le trae todo sin cuidado.

En el último piso encontramos a don Rafael pintando en una especie de amplio corredor con un gran ventanal al jardín, del qque sube una ráfaga de húmeda melancolía. El estudio, así como las salas y cuartuchos que le rodean, las escaleras, los pasillos y hasta las paredes y el techo están repletas de cosas raras. Tallas, jaula, bacines.(...)Don Rafael pinta de memoria un patio de la Alhambra. Se sabe cada paraje o rincón de la ciudad como un campesino su parata. Nos recibe sentado, con la hermosa naturalidad que da la vejez y, desde luego, con el sombrero puesto(...)

El pasado tira del anciano pintor que habla de cosas y tipos de otros tiempos. Comenta con toda naturalidad: "Cuando venía por aquí López Mezquita".(...)

(...)—¿Lo han hecho a usted académico de Bellas Artes, no?

—¿Cómo lo sabe? Creo que la Prensa no ha dicho nada todavía.

—Se comenta entre los artistas.

—Algo he oído -dice con cachaza y regusto- A mí esas cosas me importan poco. Lo que más me ha gustado es que me nombren sin yo pedirlo.

—¿Y cuándo tomará posesión?

—Eso es lo que no se sabe. Como algunos de los propuestos tiene que "preparar" sus discursos, a lo mejor se muere uno antes...

La pintura de Latorre lleva mi atención hacia otras épocas. Suave y amable, hay en ella más maestría que genialidad. Interesa de este hombre su proyección al pasado. debo hablar con él más detenidamente para sacarle recuerdos de su juventud y anécdotas de los personajes y personajllos que desfilaron por su estudio. Tiene aspecto de burgués, pero en sus ojillos vivos y enrojecidos late una gran fuerza. Es lo último que perecerá de este hombre: su astuta y viva mirada.

—"IDEAL" 12 enero 1972.

EL PAISAJE GRANADINO EN LA PINTURA DEL S.XX"

Conferencia de Marino Antequera

"(...)Frente a Larrocha aparecía por la primera década del siglo Rafael Latorre(...)"

—"PINTORES GRANADINOS III". Marino Antequera. Temas de nuestra Andalucía. Obra Cultural Caja de Ahorros de Granada. 1974.

"mayor auditorio alcanzaron otros dos maestros: Isidoro Marin Gares y Rafael Latorre Biedma (Viedma). (...) Latorre fue un buen pintor de naturalezas muertas y del paisaje urbano granadino, de tan maravilloso encanto entonces y que ya se desmoronaba a gran prisa."

—"60 AÑOS DE ARTE GRANADINO. (1900-1960) I ". Antonio Aróstegui y Antonio López. Aula de Cultura del Movimiento. Granada 1974.

Pag.138 y 139: "Nació en Granada, el año 1873 (1872). Y murió en esta misma ciudad, el 11 de febrero de 1960.

Estudió pintura con Eduardo García Guerra. Durante los cursos 1888 y 1889 figura matriculado en la clase de modelo del Centro Artístico, de cuya sección de Bellas Artes desempeñó la secretaría el año 1890. Sufrió la influencia de los pintores que por aquellas fechas trabajaron en Granada

Ha realizado una ingente labor como pintor y restaurador. Hay obras suyas en Méjico, Málaga, Brasil, Madrid y Barcelona. En su estudio ha formado a numerosos artistas."

—"IDEAL" 13 marzo 1975.

Reseña sobre el fascículo "Pintores granadinos III" que acaba de publicar la obra cultural de la Caja de Ahorros de Granada y relizado por Marino Antequera

"(...)con los pintores Isidoro Marín y Rafael Latorre se establece el tránsito del siglo XIX al XX(...)"

—"IDEAL" 7 junio 1977.

Exposición Francisco Sarabia

"(...)por la factura de sus óleos y acuarelas que es la misma de nuestros viejos paisajistas como Rafael Urbano, Fernández-Píñar y Rafael Latorre(...)"

—"HISTORIA Y CRITICA DE LAS EXPOSICIONES NACIONALES DE BELLAS ARTES". Bernardino de Pantorba. Ediciones Alcor Madrid 1980.

Pag. 426. LATORRE VIEDMA, Rafael. Pintor. Granada. 11 de diciembre 1872. Fallecido . 1897. Pensionado en Roma por la Diputación de Granada. Mención honorífica en 1908. 1903 Primera medalla en la exposición de Almería. Otros premios en las de Málaga y Granada. Pasó unos años en Madrid, haciendo copias en el Museo del Prado. Dos viajes de estudios a París. Dedicado a la restauración, hízola de las pinturas al fresco de la granadina iglesia de S. Juan de Dios y del Palacio de Justicia de la Alhambra. Tuvo en Granada muchos discípulos particulares.De una carta suya, de 1933:"He podido crearme una situación independiente, sin ambiciones".

—"GRANADA" Vol.IV Ignacio Henares Cuéllar y Antonio Sánchez Trigueros. Colección nuestra Andalucía. Exma. Diputacion Granada 1981.

Pag.1334: "(...)su presencia se hace sencible en su prolífica producción personal, muy ecléctica y dominada por el ejemplo constante que le imprimían las restauraciones.(...)"

—"GRANADA. GUIA ARTISTICA E HISTORICA DE LA CIUDAD". Antonio Gallego BurÍn. Granada 1982

Pag.214:"(...)El edificio actual (Ayuntamiento) tiene (...) en su interior (...) un cuadro de (...)y otros de (...) Rafael Latorre,(...)

Pag.273: (En la Catedral) "(...) Al otro lado se ha instalado recientemente un altar para dar culto al lienzo del Nazareno, copia del milagroso Cristo del Paño de Moclín, hecha, en 1939, por el granadino Rafael Latorre,(...)

—"IDEAL" 31 diciembre 1982.

"(...)Granada es una ciudad pintoresca y en cada rincón albaicinero o alambrino los pintores instalan sus caballetes. José Larrocha, Jacobo Calera(...) García Guerra, Sánchez Solá, Muñoz Lucena y Rafael Latorre, junto a Ruiz de Almodóvar(...) junto al escultor Pablo de Loyzaga(...)"

—"IDEAL" 14 noviembre 1982.

GLOSARIOS GRANADINOS: "La cuesta de aceituneros"

Dibujo y comentario por Villa Yebra

"(...)lo cierto es que la callejuela tiene sobrados atractivos pintorescos; con varios ángulos y encuadres de sabor muy castizamente granadinos, temas muy pintados desde el auge del paisaje costumbrista, con figuras, que cultivó el maestro José Larrocha, de tradicción fortuniana; y aquellos excelentes artistas de la acuarela que fueron Isidoro y Enrique Marín y Tomás Martín Rebollo; época que finalizó con Rafael Latorre, vecino y pintor asiduo de éste barrio(...)"

—"IDEAL" 5 febrero 1984.

GLOSARIOS GRANADINOS: "Puentes sobre el Darro"

Dibujo y comentario por Villa Yebra

"(...)el pintor Rafael Latorre(...) salía mcho a pintar a la calle: le gustaban los patios castizos y los encuadres de la Carrera, de los que pintó a todo lo largo de la calle. como pintor formado en la escuela clásica, practicaba los estudios de figuras, y un día que encontró a un barbudo y pintoresco mendigo en la puerta del convento de Zafra, le habló para que, al día siguiente, fuera a su estudio, para pintarlo. El pobre fue, pero se presentó limpio y aseado; pensando seguramente que así estaba mejor y Latorre, a quien el presunto modelo le había interesado precisamente por su aspecto normal, se irritó y lo despidió furioso (...)"

—"CIEN AÑOS DE PINTURA ESPAÑOLA Y PORTUGUESA (1830-1930) " Tomo 4 Anticuaria D.L. Madrid 1988.

LATORRE VIEDMA, Rafael (Granada, 11 de Diciembre de 1872-?)

Pag.243: Después de cursar sus primeros estudios artísticos en su ciudad natal, en 1897 fue pensionado por la Diputación Provincial de Granada para seguir sus estudios artísticos en Roma. Transcurrida su época romana, y tras pasar varios años en Madrid haciendo copias de célebres cuadros del Museo del Prado , hizo dos largos viajes de estudios a París, residiendo con posterioridad en su ciudad natal, en la que se dedicó preferentemente a la restauración pictórica, llevando a cabo la de los frescos de la iglesia granadina de san Juan de Dios y del Palacio de Justicia de Granada (Sala de Justicia del Palacio de la Alhambra) . Aquí en la ciudad del Darro tuvo muchos discípulos a nivel particular y, como apunta en una carta de 1933, recogida por Pantorba, "he podido crearme una situación independiente, sin ambiciones". Participó en numerosas exposiciones colectivas, llevando también a cabo algunas de caracter individual. En 1903 obtuvo una medalla en la Exposición de Almería, alcanzando también otros premios en muestras celebradas en Málaga y Granada.Participó en la Nacional de Bellas Artes de 1908, obteniendo una medalla, y en la de 1910, donde presentó "Patio de la Sultana" y "Paseo del Generalife". Se dedicó preferentemente a las vistas urbanas y a algunos temas costumbristas.

—"IDEAL" 2 junio 1988

La procesión del Corpus

"(...) ya muy de mañana bajaban (hasta el Humilladero) con sus caballetes y cajas de pintura los Isidoro Marín, los Latorre, los Lozano, los Ruiz de Almodóvar, (...)

—"PINTORES ANDALUCES DE LA ESCUELA DE ROMA (1870-1900)". Catálogo exposición organizada por BBV y Ayuntamiento de Granada. Marzo 1989.

Pag.37:Rafael Latorre Biedma (Viedma)

"Natural de Granada donde nació el 11 de diciembre de 1872, estudió dibujo y pintura con Eduardo García Guerra y en las clases del centro Artístico granadino. En 1897 fue a Roma pensionado por la diputación Provincial. De vuelta a España, fue distinguido con una Medalla de Honor en la Nacional de 1908. Residió en Madrid haciendo copias en el Prado y se trasladó a París en dos ocasiones para ampliar conocimientos. Establecido definitivamente en Granada, se dedicó tranquilamente y sin ambiciones a la enseñanza particular de la pintura y a la restauración. Entre otras restauró los frescoa de la iglesia de San Juan de Dios y del Palacio de Justicia (Sala de Justicia o de los Reyes del Palacio de la Alhambra). Falleció el 11 de febrero de 1960."

—"HISTORIA DEL ARTE EN ANDALUCIA. De la Ilustración a nuestros dias".Edit. Gever 1991

Pag.216: "(...) seguidor suyo (de Eduardo García Guerra) es Rafael Latorre que gustó de escarceos impresionistas, autor del apunte "Calle granadina" existente en el Museo local (...)

Pag.337:"(...) otro de los autores de ésta obra ("Libro de Granada" de Angel Ganivet) fue Rafael Latorre, hábil restaurador, cuya producción pictórica es un tanto ecléctica por cuanto aúna una cierta modernidad con criterios tradicionales (...)"

—"EL AGUA, LA LUZ Y EL COLOR DE GRANADA, VISTOS POR SUS PINTORES". Catálogo Exposición patrocinada por EMASAGRA. Granada 1991.

Pag.43:RAFAEL LATORRE VIEDMA

Pag.43: "(...) Regresó a Granada, instalándose en su estudio de la Carrera del Darro, junto a la Casa del Castril, donde se dedicó a pintar,(...)"

—"GRANADA ANTE EL 92. Un proyecto cultural. El arte en Granada de 1950 a 1992." Catálogo Exposición Granada 1992.

Pag.39:"El grabado en Granada". "(...) Llega a nuestros días después de reconocer nombres como los de Ismael de la Serna y Hermenegildo Lanz, pasando por los intentos de Marín, Latorre, Moreu, Gómez Mir, etc., y la habilidad de Mariano Bertuchi (...)"

—"JOSE DE LARROCHA, maestro de pintores". Catálogo Exp.Centro Cultural Gran Capitán Corpus 1992.

Pag.91: "(...) prometía una carrera artística más fructífera, pero su temperamento poco ambicioso y conformista le hizo volver a Grabada y no salir apenas. En 1933 escribía a Bernardino Pantorba: "Permanezco aquí en Granada donde he podido crearme una situación independiente, sin problemas".

—"LA VIDA COTIDIANA EN LA PINTURA ANDALUZA". Luis Quesada. Fundación Fondo de Cultura de Sevilla. 1992.

Pag.390: "Rafael Latorre Biedma (Granada 11 diciembre 1872-11 febrero 1960) fue discípulo de Eduardo García Guerra. En 1897 se trasladó a Roma pensionado por la Diputación. Pasó unos años en Madrid copiando obras del Museo del Prado y ejerciendo de restaurador; a continuación hizo un viaje a París y regresó a Granada donde se dedicó tranquilamente y, según sus palabras, sin ambiciones, a la restauración de frescos -en San Juan de Dios-, a la enseñanza y a llevar a buen término una obra propia, amplia, con motivos populares de vendedores, calles presentadas en el trajín diario y tipos curiosos.

Pag.399: Posiblemente sea Rafael Latorre Biedma quien nos haya dejado con su obra una mas rica colección de estampas populares de la Granada del primer tercio del siglo, con sus vendedores ambulantes o asentados en puestos y mercados.

—"IDEAL" 20 junio 1992.

Robo de un cuadro de Soria Aedo en el centro Artístico

"(...) Al igual que este cuadro robado, en el centro se encontraban otros de un gran valor, como eran óleos de Fortuny, de Rafael Latorre, e incluso obras del pintor inglés Apperley, todos ellos valorados en muchos millones de pesetas (...)"

—"RECUERDOS GRANADINOS. La ciudad y la gente". Enrique Villar Yebra. Editorial Albaida Granada 1993.

Pag.18:"(...)D. Rafael Latorre, que había sido Premio Roma, merecía, por su buen hacer, haber tenido mucha más fama. Era un verdadero maestro con los pinceles; pero se quedó en Granada sin salir ni exponer más, entretenido en su taller de marcos y muebles artísticos y restauraciones, y hasta pintaba con asombrosa habilidad cuadros que parecían auténticamente antiguos. Al caer la tarde, recibía casi todos los días a un amigo suyo, un hombre altísimo y delgado siempre serio y silencioso, al que llamaban "el Dientudo", porque tenía una dentadura descomunal. Jugaban a las cartas y al dominó entre vaso y vaso de vino. Un día, Latorre, que gustaba pintar cabezas con carácter,a la manera de los antiguos maestros, encontró a un mendigo en la puerta del convento de Zafra, con una pelambrera y barba impresionantes. Le propuso empezar a pintarlo al día siguiente, y el hombre aceptó, por ganar algún dinerillo, que falta le hacía. Pero, ignorante, se presentó en el estudio del maestro bien aseado, pelado y afeitado. Latorre, cuando lo vió de aquella guisa, se puso furioso y lo despidió con muy malos modos.(...)

Pag.77: Dibujo de Rafael Latorre, "pintor y maestro de pintores" por Villar Yebra.

Pag.78: (...)"D. Rafael Latorre(...) decano de los pintores granadinos, murió con ochente y ocho años. (...)"

—"EL LIBRO DE LA CAPILLA REAL". Varios autores. Granada 1994.

Pag. 347:"1948. Rafael Latorre pinta tres tablas para completar los relicarios."

—"DICCIONARIO DE PINTORES Y ESCULTORES ESPAÑOLES DEL S.XX".Forum Artis S.A. Madrid 1994.

Pag.2211: "LATORRE VIEDMA, RAFAEL"

(Granada, 11/XII/1872 - 11/II/1960). Pintor. Estudió en el Centro Artístico,(...) Cultivó el paisaje y la pintura costumbrista"

—"HISTORIA DE GRANADA. Cap. 42: Pintura y escultura en la Granada contemporanea". Juan Manuel Gomez Segade. IDEAL.

Pag.495: "La lista de estos pintores es larga y valdría como catálogo de museo. Los más conocidos son Manuel Gómez Moreno, Rafael Latorre, José Larrocha, José María López Mezquita, y José María Rodríguez Acosta,(...)"

—"PINTURA DEL SIGLO XIX EN GRANADA". Mª Dolores Santos Moreno. Tesis doctoral. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Granada. Diciembre 1997.

Pag.453 a 455: "El joven Rafael Latorre se irá ganando el favor de sus paisanos con una producción que abarca paisaje y género costumbrista dentro de las coordenadas del realismo.

La obra más antigua que hemos logrado localizar es del año 1891 y es toda una declaración de intenciones de lo que será buena parte de su producción posterior. En una placeta del Albaicín una mujer sirve un vaso de vino a un hombre en la puerta de una taberna que se anuncia con un letrero que dice "Despacho de Bebidas". Ello da pie a una detenida reproducción de casas encaladas, una carreta, un perro, varias gallinas y una higuera y un ciprés que se asoman por encima de una tapia "

Y efectivamente, en otras obras de ésta época nos mostrará escenas donde las mujeres se dedican a labores de la vida cotidiana como lavar, hilar o ir a por agua a la fuente o a algún pilar. Y siempre las acompaña algún hombre que no hace nada. Bueno, se dedica a enhebrar la hebra con ellas, a pretenderlas, echando algún piropo o contándoles algo gracioso. Recuerdan los cuadros de Juan Bautista Guzmán, llenos de una intención pícara y maliciosa.Los títulos son bien significativos pues "La madeja se enreda" hace alusión a la distracción que puede tener la hilandera por ateder a su pretendiente, "!Que salpica!" se refiere a la lavandera que interrumpe su labor para escuchar las ocurrencias del joven que le habla sentado en una silla y "Quítate del sol que te quemas", a los aguadores que están de palique con las vecinas del Pilar del Toro.

Estas anécdotas le dan pie a reproducir casas y rincones antiguos de Granada donde se admira el empedrado típico granadino del patio, la puerta de cuarterones,las zapatas y vigas de madera, la jaula del pajarillo, el lebrillo de cerámica de fajalauza, la tabla de lavar, el cubo de hojalata, los cantarillos, el cañizo que tamiza el sol y mitiga los calores veraniegos. Casas, por cierto, que se identifican con otras que hemos visto en Larrocha, -"Casa en Horno del Horo"- y en "Padrón municipal" de Isidoro Marín.

Latorre fue a Roma con una pensión de la Diputación en 1987. Este viaje le valió para evolucionar a una técnica más suelta y abocetada. (...) Buen ejemplo de lo que acabamos de decir es un apequeña "Vista del foro romano" muy bien esbozada con una gama de grises y marrones y una gran mancha verde. Y de técnica aún más suelta fué una pequeña tablita llamada "Rastro. Roma" donde reproduce el bullicio de un mercadillo popular con figuras esbozadas a base de manchas.

Llama también la atención el curioso boceto "La Pública del Corpus". Lo fechamos a finales de siglo por el traje con polisón y pequeño sombrero de la espectadora de la derecha de la composición, y por la técnica tan abocetada indica que lo hizo al volver de Roma. La comitiva avanza, en medio de la algarabía popular, y bajo el tradicional toldo que protegía del sol su recorrido. La encabeza la figura enlutada del alguacil, al que siguen dos jinetes. Aunque toda la obra se resuelve a base de manchas de color, un detenido examen nos permite identificar la figura de uno de los cabezudos y a lo lejos se acierta a ver los gigantes e incluso el dragón de la Tarasca."

Latorre acabó abandonando las escenas galantes de su primera época para dedicarse a la reproducción de rincones granadinos que interesan por sí solos. Prueba de ello es el pequeño lienzo del Museo de Bellas Artes de Granada inventariado como "Calle de Granada". En él vemos un burro junto al muro encalado de una calle albaicinera con el sol dando de plano. Aunque entonces era este un animal muy común por las calles granadinas, pensemos que en este barrio lo era mástodavía pues como la mayoría de las calles son muy estrechas es la única manera de transportar material pesado hasta la misma puerta de las casas."

—ANALES DE HISTORIA DEL ARTE. Los zócalos nazaríes. ¿accidente o necesidad?". Carmen Rallo Gruss. 1998.

Pag.60:"Torres Balbas nos habla de otros ejemplos: en las excavaciones que dirigí el año 1934 en las ruinas del palacio de la Daralosa, en lo alto del cerro del Sol, en cuya falda está el Generalife, aparecieron restos de zócalos con pinturas decoradas semejantes, con colores rojo y verde. Hizo copias D. Rafael Latorre, que se conservan en el archivo de planos de la Alhambra."

—"DE FORTUNY A MORCILLO" Mª Dolores Santos Moreno. Catálogo Exp. Centro Gran Capitán, Corpus 1999. Granada.

Pag. 27-28: "En sus primeras obras nos mostrará escenas donde las mujeres se dedican a labores de la vida cotidiana como lavar, hilar o ir a por agua a la fuente o a algún pilar. Y siempre las acompaña algún hombre que no hace nada. Mejor dicho, se dedica a enhebrar la hebra con ellas,a pretenderlas, echando algún piropo o contándoles algo gracioso. Los títulos son bien significativos pues "La madeja se enreda" hace alusión a la distracción que puede tener la hilandera por ateder a su pretendiente. "!Que salpica¡" se refiere a la lavandera que interrumpe su labor para escuchar las ocurrencias del joven que le habla sentado en una silla, y "Quítate del sol que te quemas" hace alusión a los aguadores que están de palique con las vecinas del Pilar del Toro.

Estas anécdotas le dan pie a reproducir casas y rincones antiguos de Granada donde se admira el empedrado típico granadino del patio, la puerta de cuarterones, las zapatas y vigas de madera, la jaula del pajarillo, el lebrillo de cerámica de fajalauza, la tabla de lavar, el cubo de hojalata, los cantarillos el cañizo que tamiza el sol y mitiga los calores veraniegos. Casas por cierto, que se identifican con otras que hemos visto en Larrocha y en Isidoro Marín.

Llama también la atención el curioso boceto "la Pública del Corpus". Lo fechamos a finales de siglo por el traje con polisón y pequeño sombrero de la espectadora de la derecha de la composición, y por la técnica tan abocetada indica que lo hizo al volver de Roma. La comitiva avanza, en medio de la algarabía popular, y bajo el tradicional toldo que protegía del sol su recorrido. La encabeza la figura enlutada del alguacil, al que siguen dos jinetes. Aunque toda la obra se resuelve a base de manchas de color, un detenido examen nos permite identificar la figura de uno de los cabezudos y a lo lejos se acierta a ver los gigantes e incluso el dragón de la Tarasca.

Latorre acabó abandonando las escenas galantes de su primera época para dedicarse a la reproducción de rincones granadinos que interesan por sí solos. Prueba de ello es el "Carmen de la calle Zafra" (Carmen de san Cayetano), bella evocación de este tipo de casas albaicineras donde una cegadora luz hace destacar las paredes encaladas y la vegetación."

—"IDEAL" 24 agosto 1999.

"VERDOR NATIVO" artículo de Francisco Izquierdo

"(...) Servidor posee un abanico de varillas, herencia materna, en cuyo país figura la Carrera del Darro en todo esplendor y sin árboles, por supuesto, pintado a mano por Rafael Latorre, aunque se le fue el entusiasmo en el caudal del rio, pues casi rebosa de agua, y me gustaría haber vivido tiempo atrás para gozo de tan luminosa perspectiva urbana (...)"

—"IDEAL" 27 marzo 2000.

Un panteón para granadinos relevantes: RAFAEL LATORRE VIEDMA

"(...) es uno de los grandes maestros de la pintura granadina reciente, perteneciente a la escuela granadina de finales del siglo XIX. (...) tiene su obra repartida por medio mundo, España, Francia, Méjico, Brasil, y varios paises más europeos e hispano americanos. Su obra en nuestra ciudad es muy conocida y apreciada."

—"CUADERNOS DE ARTE. Universidad de Granada". Nº 33 2002. "La vinculación arte- periodismo en el fin de siglo granadino. Pintores locales en "La Alhambra" (1898-1910)". Juan Manuel Martín Robles .

Pag. 162: En 1899 se ocupará don Francisco de P. Valladar, con motivo del análisis de la Ezposición local de ese año, de tres jovenes pintores concurrentes: Mariano Bertuchi Nieto (Granada 1884- Tetuán 1955), Rafael Latorre Viedma (Granada 1872-1960) y Eugenio Gómez Mir (Granada 1877-1938).

(...) Latorre sera el siguiente joven artista del que tendremos noticias enjuiciando el director de la revista, en esta primera aproximación, tanto su hacer general como la obra presentada a la Exposición local de 1899: "Quitate del sol que te quemas", premiada con diploma de segunda clase, y de la que destacará Valladar "el brillate color , la gracia de la composición y el caracter local".

—"DIBUJOS ARQUITECTONICOS GRANADINOS del legado Gomez-Moreno" Javier Moya Morales. Granada 2004.

Pag.150 a 153: "Formado en el taller del pintor Eduardo García Guerra y alumno de la Escuela de Bellas Artes entre 1880-1891, el pintor Rafael Latorre pronto quedó integrado en el Centro Artístico y Literario -a través de su sección de Excursiones- y a la Sociedad Económica de Amigos del País, como profesor auxiliar de Dibujo. Sus primeras obras estaban vinculadas a las tradicionales Exposiciones de Bellas Artes que anualmente se celebraban en la ciudad entorno a las fiestas del Corpus Christi, alcanzando cierta reputación como pintor de temática costumbrista, donde abundaban las escenas con motivos populares integrados en rincones del Albaicín.

Precisamente, en su primera exposición pública en 1890, a la que concurrió con cuatro cuadros de paisaje, la crítica destacó "sus excepcionales condiciones para el color", al tiempo que recomendaba "siga trabajando en el dibujo como hasta aquí, único medio a nuestro juicio de poder conseguir en su carrera brillantes resultados que ya empieza a obtener". A finales de la centuria, Latorre permaneció en Madrid durante un breve período de tiempo ampliando su formación y conocimientos pictóricos en el taller de reputados artistas de la Corte y realizando copias en el Museo del Prado, antes de viajar a Roma en 1897 como pensionado de la Diputeción Provincial. En la Ciudad Eterna entraría en contacto con el pintor José Villegas, quien le introduciría en los círculos artísticos romanos. A su vuelta a Granada Formaría parte del grupo de artistas -junto con Isidoro Marín, Adolfo Lozano y José Ruiz de Almodóvar- que ilustraron el "Libro de Granada" (1899) de Angel Ganivet; y en estos años inició su colaboración gráfica con la revista "Idearium" y, especialmente, con la "Alhambra", dirigida por Francisco de Paula Valladar.

Impartió clases de Dibujo en las Escuelas del Ave María y en la Escuela de Artes y Oficios, y formó parte integrante de la "Cofradía del Avellano", junto a su leal amigo Nicolás María lópez. Trabajó diversos géneros, como el retrato, el bodegón, la pintura decorativa y la temática religiosa , destacando no obstante por sus cuadros de género. De igual modo desarrolló una amplia actividad como restaurador de pintura, e incluso como anticuario y coleccionista. Fue miembro electo de la Academia de Bellas Artes de Granada, si bien la muerte impidió su toma de poseción como numerario. Tuvo su taller en la Carrera del Darro, primero en el Palacio de los Condes del Arco -actual sede del Centro de Documentación Musical- y mas tarde en el edificio anexo a la Casa de Castril. Sus primeras obras se integran bajo el marcado pintoresquismo de artistas como José Larrocha, Enrique Marín o Juan Bautista Guzmán, en escenas por lo general desarrolladas en ambientes populares del Albaicín, y dominadas por ese marcado interés en la representación minuciosa y detalla del entorno arquitectónico y urbano, con personajes castizos en situaciones cotidianas o galantes. Mas tarde, Latorre abandonaría este interés por el tipismo sustituyéndole por la reproducción de rincones granadinos que interesan por sí solos, plasmados con un dibujo muy preciso, pincelada suelta y bañados en una cegadora luz. Estas obras de temática granadina constituyen el grueso de su producción, testimoniando el interés de toda una generación de artistas ante el "descubrimiento" de una ciudad, un ámbito en el que Latorre siempre se sintió especialmente cómodo.

La relación de Rafael Latorre con la familia Gómez-Moreno debió iniciarse durante su etapa como miembro del Centro Artístico, Literario y Científico, y continuada mas tarde -ya en la década de 1920 y 1930- en las animadas tertulias celebradas en su casa-taller de la Carrera del Darro y a las que concurrían personalidades como Natalio Rivas, Leopoldo Torres Balbás, Manuel Martínez de Victoria , Fernando de los Rios, Antonio Gallego Burín o el propio Manuel Gómez-Moreno Martínez. En efecto, a comienzos de 1889 Rafael Latore quedó inscrito en la sección de Excursiones del Centro Artístico, que desde hacía dos años dirigía Manuel Gómez-Moreno Martínez, a través de la cual se pretendía contribuir al "conocimiento de los monumentos artísticos de nuestra provincia, sacando a muchos de ellos del olvido en que yacen". Dichas excursiones, en el marco del positivismo y del regeneracionismo propiciado desde la Institución Libre de Enseñanza, supusieron un auténtico catalizador de las investigaciones parimonialistas desarrolladas en el último tercio del siglo XIX en Granada, y en las que los Gómez-Moreno, junto a otros ilustres investigadores y estudiosos, jugaron un decisivo papel en la recuperación de la memoria histórica y artística de la ciudad.(...)

(...) Por su parte, Rafael Latorre iniciaría su colaboración con esta publicación (la Alhambra) a partir de 1899, incluyendo diseños de rincones callejeros junto a otros de casas moriscas. (...).

—"ADOLFO LOZANO SIRGO Y GRANADA" Mª Dolores Santos Moreno. Catálogo Exp. Priego de Córdoba. Julio-agosto 2004.

Pag.74: "Su producción abarca costumbrismo y paisaje. Las obras del primero presentan escenas de la vida cotidiana ambientadas en casas y rincones antiguos granadinos que recuerdan las escenas galantes de Juan Bautista Guzmán. Sus paisajes de su seguda época recogen lugares granadinos como la Carrera del Darro, donde tenía su domicilio."

—"ANTIGUOS CARMENES DE GRANADA" Catálogo exposición. Granada septiembre-octubre 2004.

"(...) Todos estos maestros fueron los pilares donde se forjó la escuela granadina de pintura. Algunos de sus miembros, como Rafael Latorre (...)"

—"EL ALBAYCIN inspiración de pintores". Jiménez Rodríguez, Francisco. Granada 2004.

"(...)El Albayzín lo inmortalizaron pintores granadinos como (...) Latorre, (...)"

—"DOS ESTUDIOS SOBRE LA CAPILLA REAL DE GRANADA". Antonio Gallego Burín. Editorial Comares Granada 2006.

Nuevos datos sobre la Capilla Real de Granada

Pag. 26: "Al realizarse, en 1945, la nueva instalación del Museo de la capilla, fueron desmontadas esas tablas para colocarlas en aquel, (...) quedando solo en la parte inferior de ellas cinco de la escuela hispano-flamenca que antes figuraban alli (El beso de Judas, Cristo en la columna Jesús con la cruz a cuestas, Colocación en el sepulcro y Aparición de la Magdalena). (...) Las otras tres tablas fueron pintadas en 1948 por el pintor granadino Don Rafael Latorre."

—"EL ALBAYZIN DE CERDA Y RICO (1898-1909)" Catálogo exposición. Granada 2006.

Pag.22:"(...) los pintores (...) Rafael Latorre, (...).

Pag.29: (...) Cerdá trabará amistad con un selecto grupo de artistas entre los que descollaron: los pintores (...) Rafael Latorre, (...). Arturo Cerdá visitará con frecuencia los respectivos estudios de los antedichos artistas impulsado por afinidades estéticas y lazos amicales, y junto a ellos se retratará, componiendo escenas muy perneadas por el pictorialismo y el pujante cinematógrafo. Estas fotografías de Cerdá y Rico y los artistas granadinos en el interior de sus D. Rafael Latorre, que había sido Premio Roma, merecía, por su buen hacer, haber tenido mucha más fama. Era un verdadero maestro con los pinceles; pero se quedó en Granada sin salir ni exponer más, entretenido en su taller de marcos y muebles artísticos y restauraciones, y hasta pintaba con asombrosa habilidad cuadros que parecían auténticamente antiguos . Al caer la tarde, recibía casi todos los días a un amigo suyo, un hombre altísimo y delgado siempre serio y silencioso, al que llamaban "el Dientudo", porque tenía una dentadura descomunal. Jugaban a las cartas y al dominó entre vaso y vaso de vino. Un día, Latorre, que gustaba pintar cabezas con carácter,a la manera de los antiguos maestros, encontró a un mendigo en la puerta del convento de Zafra, con una pelambrera y barba impresionantes. Le propuso empezar a pintarlo al día siguiente, y el hombre aceptó, por ganar algún dinerillo, que falta le hacía. Pero, ignorante, se presentó en el estudio del maestro bien aseado, pelado y afeitado. Latorre, cuando lo vió de aquella guisa, se puso furioso y lo despidió con muy malos modos.(...)estudios, rodeados de cuadros, bocetos, esculturas y modelos, suponen un corpus documental jugosísimo por (...) el sentido del humor que suele habitar en estas composiciones. (...)"

—"ANASTASIO PARAMO, legado de un erudito". Aranzazu Lafuente Urien. 2006.

Pag.154:"El afamado artista granadino Rafael Latorre le pintó azulejos de encargo (1916);(...)"

—"Enrique VILLAR YEBRA: su vida, su obra." Francisco Gil Craviotto. Colec. El Defensor de Granada 2007

Pag.226:(...)D. Rafael Latorre, que había sido Premio Roma, merecía, por su buen hacer, haber tenido mucha más fama. Era un verdadero maestro con los pinceles; pero se quedó en Granada sin salir ni exponer más, entretenido en su taller de marcos y muebles artísticos y restauraciones, y hasta pintaba con asombrosa habilidad cuadros que parecían auténticamente antiguos . Al caer la tarde, recibía casi todos los días a un amigo suyo, un hombre altísimo y delgado siempre serio y silencioso, al que llamaban "el Dientudo", porque tenía una dentadura descomunal. Jugaban a las cartas y al dominó entre vaso y vaso de vino. Un día, Latorre, que gustaba pintar cabezas con carácter,a la manera de los antiguos maestros, encontró a un mendigo en la puerta del convento de Zafra, con una pelambrera y barba impresionantes. Le propuso empezar a pintarlo al día siguiente, y el hombre aceptó, por ganar algún dinerillo, que falta le hacía. Pero, ignorante, se presentó en el estudio del maestro bien aseado, pelado y afeitado. Latorre, cuando lo vió de aquella guisa, se puso furioso y lo despidió con muy malos modos.(...)

—"LA OPINION DE GRANADA" 12 diciembre 2008.

La Granada de Queipo de Llano. Miguel Ruiz de Almodóvar.

"(...) ese primer homenaje que le dedicara el pueblo de Granada en octubre de 1936, a través del obsequio de un album artístico que contenía la firma de 25.000 granadinos. (...)Se trataba de un obsequio eminentemente artístico. (...) Toda una representación de primeros espadas de la pintura granadina granadina quienes aportaron sus acuarelas, dibujos y pequeños óleos como acompañamiento a esos millares de firmas de granadinos: Gabriel Morcillo, Nicolás Prados López, Francisco Vergara Reyes, Garrido del Castillo, José Cazaro, Eugenio Gómez Mir, Marino Antequera, Ocaña, Francisco Carrasco Díaz, Piñar Rocha, Sánchez Solá, Rafael Latorre, Vergara (padre), Maldonado, Joaquín Urbano, José Ruiz de Almodóvar, Miguel Horques, Merino Vilchez, Emilio Orozco Díaz y Emilio González Sánchez. Una veintena de obras de arte queestaban encuadernadas por unas tapas de cuero repujado y policromado, donde José Vázquez Parras, había reproducido el cuadro de Pradilla, "La rendición de Granada (...)."

—"IDEAL" 21 febrero 2009.

El río donde fluye el arte

"...Este último artista (López Mezquita) y López Vázquez coincidieron como alumnos de Rafael Latorre, un profesor que el primer dia de clase lanzó sin pensárselo dos veces la goma de borrar de López Vázquez por una ventana que daba al río Darro. "Esa lección significaba que hay que pintar con un solo trazo, como lo hace Picasso. Nunca la olvidé," comentó el albaicinero. (..)".

—"REVISTA ELECTRONICA DE PATRIMONIO HISTORICO". 4 de junio de 2009

"LA CARACTERIZACION DEL PATRIMONIO EDUCATIVO: EL CASO DE LAS ESCUELAS DEL AVE MARIA DEL SACROMONTE DE GRANADA "

BIENES MUEBLES DE INTERES HISTORICO-ARTISTICO

Discurso decorativo de la capilla: Pintura

Serie de los Misterios del Santísimo Rosario

Formada por cuadros pintados por los mejores artistas de la ciudad de principios del siglo XX. (...) El burgalés, (D.Andrés Manjón) que los conoce a la perfección y visita a menudo para ver la marcha de las obras, realiza un perfil de cada uno de ellos en su Diario el dia 10 de noviembre de 1896. (...); Latorre, pintor de jardines y flores, muy real y espontáneo, (...).

Los Misterios Dolorosos compuestos por: (...) "La Corona de Espinas" de Rafael Latorre; (...)

Su posición dentro de la capilla ha sido modificada varias veces y su orden no sigue el establecido en los Misterios del Rosario, siendo su ubicación arbitraria. Estoa cuadros forman una de las colecciones más singulares de pintura religiosa realizada por los principales artistas que desarrollaron su actividad al finales del siglo XIX y principios del XX.

—"MUSEO ANGEL BARRIOS"."La Granada de Angel Barrios". Patronato de la Alhambra. 2009.

"(...) En esta Granada dse entre siglos la Casa del Polinario se convierte en el más universal de los círculos culturales granadinos. (...) Lo cierto es que a la casa del Polinario acudía todo artista o viajero culto como José Garrocha, Muñoz de Lucena, Isidoro Marín, Rafael Latorre, Sánchez Solá, José Garnelo y toda una generación de paisajistas además de los ya asiduos y cercanos amigos como Palmer, John Sargent, Santiago Rusiñol, Joaquín Sorolla, Darío de Regollos, López Mezquita, Rodríguez Acosta, Ignacio Zuloaga, Joaquín Mir, que dejarían alli sus obras y caballetes entre estancias y a veces durante años. (...).

—"LUCES DE SULAYR: cinco siglos en la imagen de Sierra Nevada". Catálogo de la Exposición. Centro Cultural CAJAGRANADA Memoria de Andalucia. Octubre 2009

pag.37: "(...) el magisterio de García Guerra con Enrique Marín, Rafael Latorre y Eugenio Gómez Mir.(...)

Pag.38: Rafael Latorre Biedma (1872-1960), el pintor mas joven de la Cofradía del Avellano, la recogió (Sierra Nevada) como fondo de diversos paisajes de la Vega y retrató a algún pastor de La Zubia

Pag.174: Reproducción del cuadro de Rafael Latorre: "Sierra Nevada desde un camino de la vega"

—"INSTANTANEAS GRANADINAS - CERDA Y RICO". Catálogo de la Exposición. Centro de Lenguas Modernas. Universidad de Granada 2009.

"(...) En dicha ciudad, (Granada), Cerdá trabará gran amistad con un selecto grupo de artistas entre los que descollaron: los pintores José Mª Rodríguez Acosta, Vicente León Callejas y Rafael Latorre Viedma, José Mª López Mezquita y el escultor Pablo Loyzaga Gutiérrez. Arturo Cerdá visitará con frecuencia los respectivos estudios de los antedichos artistas impulsado por afinidades estéticas y lazos amicales, y junto a ellos se retratará, componiendo escenas muy perneadas por el pictoralismo y el pujante cinematógrafo. Estas fotografías de Cerdá y Rico y los artistas granadinos en el interior de sus estudios, rodeados de cuadros, bocetos, esculturas y modelos, suponen un corpus documental jugosísimo por la polisemia que puede hacersen hacerse de sus lecturas, destacando el sentido del humor que suelen habitar en esas composiciones.

—"BAJO ALBAICIN" Nº 106. Boletín de la asociación de vecinos Bajo Albaicín. Febrero 2010

50 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DELPINTOR RAFAEL LATORRE VIEDMA

La Asociación organizará una exposición de su obra bajo el título “Latorre vuelve a su casa”

"(...) Autor de pinturas costumbristas y de paisaje, nunca quiso abandonar Granada como hicieron otros compañeros de su generación, y además de pintor y maestro también fue restaurador. (...).

—"CENTRO DE INFORMACION GRAZALEMA 2010

EXPOSICION MAYTE IZQUIEDA

Mayte Izquieda "Camino hacia la abstracción"

(...) En esta muestra se puede apreciar una trayectoria artística que parte del estudio y conocimiento profundo de grandes maestros del arte de la pintura como son: Isidoro Marín, López Mezquita, José Larrocha, Rafael Latorre, Rodríguez Acosta, Carmen Lafont, Sorolla, etc. a los que admira y rinde homenaje, copiando en ocasiones sus obras. (...)"